~ 140 ~

37K 2.2K 1.7K
                                    

Al terminar la cena, Draco y yo elaboramos el trabajo de Ajedrez Mágico llevándonos dos horas, ya no había nadie en la Sala Común.

- ¿De que hablabas con Nott?

- Intentaba hacer que me diga lo que le pasa pero llegaste y arruinaste todo.

- Yo no arruiné nada. - era rara esta situación, porque Draco no parecía enojado - Al contrario, te saqué a ese pesado de encima.

- ¿Pesado? Si nunca se acerca a mi.

- Pero no saca sus ojos de encima tuyo. - de eso nunca me di cuenta.

- Sabes que la única mirada que me importa es la tuya. - confesé jugando con el anillo en su mano apoyada en el escritorio.

Draco se puso de pie y me levantó, sentándome en el escritorio. Nuestros cuerpos estaban pegados y sus ojos llenos de lujuria observaban los mios. Me besó deseperadamente, sus labios devoraban los míos. Con su mano, movió mi cabeza al costado y chupó mi cuello, tanto que estoy segura de que dejó marcas.

Bajé mi mano y acaricié su bulto provocativamente. Gruñó en mi cuello y volvió a mirarme.

- Hoy no puedes negarte. - susurró, volvió a alzarme y rápidamente me llevó a su habitación.

Allí me sentó en su cama, lanzó Muffliato y Fermaportus mientras yo saqué su cinturón y bajé sus pantalones, incluida su ropa interior.

Comencé a lamer y chupar su miembro repetidamente, hacia adentro y hacia afuera. Esto no parecía un castigo.

Draco como si leyera mi mente, agarró mis manos, lanzó Incarcerous y las ató. Fruncí el ceño, él agarró mi cabeza y me obligó a seguir chupando, pero más profundo. Él estiró su cabeza hacia atrás, lo estaba disfrutando mucho diría yo.

- Si vas a meterlo, metelo todo. - murmuró con voz ronca, si supiera que sus comentarios me prenden más de lo que estoy. Sentía mi feminidad pidiendo participar.

Intentaba no atragantarme o ahogarme, porque era bastante grande. Entraba y salía.

Cuando su mano me soltó, intenté seguir con mis manos, pero Draco colocó su mano en mí mentón y acarició mis labios con su pulgar.

- Harás lo que te diga. - asentí, intimidada por su altura y autoridad. Lanzó Diffindo, rompió la atadura y se puso un preservativo - Ponte en cuatro.

Hice caso, agarré una almohada y cuando se introdució a mi, la apreté por el enorme placer que recorrió todo mi cuerpo.

Salía y entraba, pero yo quería más. Sabía que podía más.

- Si vas a meterlo, metelo todo. - copié su frase.

- Como digas, pero recuerda que es tu castigo. - dijo con voz ronca y comenzó a penetrarme más rápido y dandome golpes. Sentía que no podía respirar, gemí. Sus manos sostenían mi cadera para tener mas control, pero la que tiene el anillo agarró mi cuello desde atrás.

Es un castigo, debía soportar lo que no me gustara ¿No? Pero aunque no quiera, admito que el placer que sentía era inmenso.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Cuando desperté, estaba acurrucada entre los brazos de Draco. La alarma sonaba, me senté y la apagué.

- Auch, mis piernas... - me quejé cuando me puse de pie. Miré a Draco y él sonreía orgulloso - No es gracioso.

¿Como voy a hacer para caminar hoy? Quizás estoy exagerando. Igual no es la primera vez que Draco deja mis piernas así.

Me bañé y me puse el uniforme. Cuando salí del baño, vi a Draco mirándose al espejo y poniéndose perfume, ya con el uniforme puesto.

- Una de las pocas veces que no nos despertamos tarde después de una noche juntos, esto es progreso. - dije arreglando su corbata. Sentir si colonia a la mañana era una de las mejores cosas que podían sucederme.

En las clases estuve con Pansy, Blaise y Draco. Pero no pudimos hablar mucho porque debíamos prestar atención.

En la tarde, al salir del baño de prefectos, vi a Theo leyendo un libro, apoyándose en la pared del pasillo. Si no leí mal, la tapa dice Artes Oscuras.

Me acerqué y cuando me vio, cerró el libro y lo guardó en la mochila que siempre tiene con él.

- Hola Theo ¿Como estás? - fingí no ver nada.

- Bien...

- ¿Qué leías?

- Pociones avanzadas. - mintió - El Profesor Slughorn me dijo que soy el mejor de su clase por ahora.

- Genial. Sabes, extraño al Profesor Snape, porque sumaba puntos a Slytherin por nada.

- Si, lo recuerdo. No me imagino todo lo que pasaron en la Batalla...

- Prefiero no hablar de eso. - hubo silencio - Recuerda que si quieres hablar puedes venir conmigo cuando quieras.

- Ahora no. Estoy ocupado.

- Podemos hablar este fin de semana en Hogsmeade. - asintió y se fue.






La ApuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora