La Apuesta

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- Nuestra hija - comentó mi papá - tuvo las mejores notas de todo cuarto año. - todos los adultos me miraron impresionados, algunos con gusto.

- Eso es un alivio - dijo Perseus - Pansy me dijo que Granger también tenía buenas notas.

- Entonces la señorita T/a hizo un buen trabajo - opinó la señora Zabini.

- Claramente si. No podemos permitir que una sangre sucia tenga las mejores notas - dijo Lucius, lo cual me hizo enojarme pero lo oculté.

Luego de charla y postre. Draco, Blaise, Pansy y yo nos pusimos a jugar ajedrez mágico. Luego, Draco y yo salimos afuera, al patio trasero, caía un poquito de nieve, nos acostamos en el pasto frío bastante lejos de la mansión. Nos pusimos a ver las estrellas, el cielo era de colores azules y violetas oscuros y estaba lleno de estrellas.

- ¿Sabes algo de estrellas? - me preguntó corriendo un mechón que estaba en mi rostro.

- No, ¿Tu?

- Hay una historia que mi mamá solía contarme cuando era pequeño.

- Soy toda oídos... - dije apoyando mi cabeza en su brazo y abrazandolo.

- Cuando no había estrellas, un mago llamado Rupert estaba estaba sumergido en la tristeza por ma muerte de su esposa. Entonces decidió crear un hechizo que reviva a los muertos. Fue a un pueblo lejano, donde en una cabaña con un cartel que decía "Hechizos y pociones" había una bruja anciana. Rupert le pidió ayuda para crear su hechizo pero la bruja le pidió a cambio Centarium, una planta que sólo la poseen los centauros.
Comenzó su búsqueda en los espesos y profundos bosques de aquel lugar. Luego de días, encontró un centauro que le apuntó con su arco y flecha, el mago estaba desesperado y le contó toda su situación.
El centauro le respondió que el alma de su esposa estaba en el cielo, observando y protegiéndolo desde allí, igualmente le dió la planta que necesitaba. Rupert no le creyó  pero agradeció su regalo.
El mago volvió con la bruja, ella le entregó el hechizo y él la planta.
Una noche, después de estudiar, Rupert fue al cementerio hacia la tumba de su esposa, la sacó de ahí con ayuda de magia y lanzó el hechizo. Pero no ocurrió lo que esperaba, su cuerpo comenzó a convertirse en pequeñas luces brillantes que se elevaron hasta llegar al cielo. De Rupert no quedó nada, solo esos destellos blancos que ahora se encontraban acompañados por el cielo donde su esposa estaba.

- Wow - dije sin dejar de mirar el hermoso cielo.

- ¿Cuál crees que es la moraleja?

- Creo que te deja varias moralejas, una por ejemplo, es que no todo va a salir como uno quiere y difícilmente, hay que aceptar las cosas como son y no como queremos que sean. - opiné.

- Otra - escuchamos una voz firme que venía atrás nuestro - es que de las personas que mas esperas, pueden ser de las que menos recibes. - nos sentamos y Narcissa estaba, tan magnífica, caminando hasta pararse en frente nuestro - Perdón, no quería interrumpir, solo vengo a avisarles algo. Este amor que hay entre ustedes, El Señor Tenebroso lo usará en su contra cuando tenga el poder. Me llena de alegría que Draco confiara en darte su amor, lo veo más feliz que nunca, - dijo con pequeños brillos en sus ojos y tomando mi mano delicadamente - No tienen que permitir que nadie arruine su relación. Nadie.

Acarició la mejilla de Draco y se fue.