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- A no ser que alguno de sus amigos quieran reemplazarlos - dijo Voldemort con una sonrisa, por supuesto Blaise y Pansy no se iban a entregar por nosotros, solo nos miraron con cierta pena - Eso pensé... Todos, excepto los niños, siganme. - con un movimiento se transformaron en sombras negras y volaron todos afuera de la mansión.

Draco miró a Blaise y Pansy con desprecio y se fue caminando rápidamente a su habitación.

- De en serio lo sentimos T/n - dijo Pansy.

- No es culpa de ustedes - los calmé tomando su mano - Solo prometanme que no nos dejarán solos.

- Lo prometemos - dijo Blaise con el ceño fruncido.

No estaba decepcionada por lo que hicieron mis amigos. De quienes si estaba decepcionada es de papá y mamá. No dijeron nada, ni siquiera me dieron una mirada de apoyo, se mantuvieron en silencio con la cabeza baja. Ya ni siquiera sé si tengo que confiar en ellos.

Caminé buscando la habitación de Draco por el pasillo del tercer piso. Pasé a la habitación que tenía la puerta medio abierta, y allí estaba él sentado en la cama con los pies en el piso, apoyando su cabeza en su mano. Tenía puesto el traje gris que le regalé.

- Hola... - dije y no respondió. Me senté a su lado.

- Dije que haría lo posible para no convertirte en mortífaga - aclaró con voz grave, sin mirarme.

- Y lo hiciste - opiné acariciando su espalda.

- No, no lo hice. Soy un cobarde.

- Draco, es del Señor Tenebroso de quien estamos hablando. Tu hiciste más que suficiente hoy, yo ni siquiera me atreví a decirle una palabra. - se desabrochó el saco y suspiró - Hicimos una promesa, que nos cuidaremos el uno al otro, eso es justamente lo que estamos haciendo y haremos. Como Narcissa dijo, no tenemos que permitir que nadie arruine nuestra relación - dije mientras acerqué su rostro al mio.

- No te merezco - confesó con una sonrisa hermosa, mientras pasaba su mano con anillo por mi mejilla. Su colonia me alegró la Navidad. Nuestros labios se unieron con suavidad, sentía que encajaban perfectamente, ese sentimiento de nervios y amor vuelve a visitarme. Antes de separarme de su boca, le mordí despacio el labio.

- Auch - susurró.

- Ni que te haya mordido fuerte.

- ¿Quieres que te enseñe cómo? - preguntó y esa mirada tierna se transformó en una atrevida.

- Sorprendeme.

Ante tal comentario, me alzó y me puso encima suyo. En un instante comenzó a besarme más rápido, pasando lentamente sus brazos alrededor de mí cintura para pegarme a él. Draco agarró mi labio inferior y mordió de una manera que me dio placer pero un poco de dolor a la vez.

Se escucha que alguien toca la puerta.

- Disculpe señor - le dijo un elfo doméstico cuando Draco abrió la puerta.

- Silencio y lárgate - respondió.

- Pe-pero señor.

- He dicho que-

- Draco, no le hables asi - dije acercándome a él y al elfo - Dejalo - el chico de ojos grises me miró confundido y molesto.

- Tlink se lo agradece señorita T/a. El señor Malfoy mandó a Tlink a avisarles que no volverán hasta la hora de la cena.

Eso significa que tenemos toda la tarde libre.

La ApuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora