Todo el domingo estudiando. Draco, Blaise y los demás estuvieron estudiando en la Sala Común. Pero yo me distraigo mucho ahí.
Estaba sola en la biblioteca, ya no quedaba nadie a esta hora. Lo que pasa es que me exijo a mí misma, al igual que mí madre. Recuerdo que las últimas palabras que me dijo antes de empezar las clases este año fueron "Quiero que tengas las mejores notas". Admito que soy inteligente, pero a veces dudo de no poder complacerla en todo.
Se me hacía tarde para la cena, escuché unos pasos. Agarré mí varita y me escondí entre dos estantes de libros. Siento una pequeña y fría brisa en mí cuello, me doy vuelta y apenas nuestros ojos se encuentran, me empuja contra la pared sin lastimarme y me acorrala con sus brazos.
- ¿Te asusté? - dice Draco con una mirada creída.
- No - respondí firme aunque su colonia me derretía por dentro. Sonrió y puso su mano en mí mejilla, acariciando mis labios con su pulgar. Yo sólo me dejaba llevar por la perfección de cada faccion de su rostro.
- Mientes - susurró dejando salir su fresco aliento a menta, lo cual me hacía derretir aún más. De repente nuestros labios se unieron con deseo, Draco con su otra mano agarró mí cintura y se apretó a mi. Yo pasaba mis dedos por la parte de atrás de su suave cabello.
Nuestros labios no querían separarse. Cuando nos quedamos sin oxígeno, con nuestras respiraciones agitadas, él comenzó a besar mí cuello lo cual me dio raras sensaciones en mí estómago. Chupaba cada rincón sin lastimarme y yo ya estaba llena de placer.
Ubicó una de sus manos en mis pechos y masajeó sin dejar mí cuello.
- Draco... - susurré y mordí mí labio inferior.
- ¿Hay alguien ahí? - la Señora Pince exclamó acercándose a donde nosotros nos encontrábamos.
Abrí los ojos como platos, al igual que Draco. Agarré mis libros haciendo el menor ruido posible, tomé su mano y pasamos silenciosamente por atrás de los estantes.
Ya nos acercábamos a la puerta para salir, pero con mala suerte. El señor Filch nos descubrió.
- Estos alumnos se quedaron más tiempo del debido en la biblioteca. Deberían estar en el comedor. - le dice él a la Señora Pince.
- Deberá hablarlo con el Jefe de su casa para ponerles un castigo. - dice ella.
El Señor Filch nos llevó a la Oficina de Snape.
- Disculpe Snape, encontré a estos dos en la biblioteca cuando ya estaba cerrada. Creo que merecen un castigo, vaya a saber qué estaban haciendo. - le explicó el viejo.
Genial, ahora no solo nos descubrieron sino que también nos castigarán.
- Malfoy y t/a, ¿Tienen alguna excusa? - dice Snape sin enojarse tanto.
- Estaba estudiando para los exámenes, acá tengo mis libros. Draco solo vino a buscarme para cenar. - expliqué rápidamente.
- Pero igualmente, los dos estaban adentro de la biblioteca cuando ya estaba cerrada. Señor Filch, busqué un castigo mínimo, ya que la razón por la que estaban ahí no es tan mala.
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La Apuesta
FanfictionDraco Malfoy y Tú. En el 5to año en Hogwarts, t/n la chica más hermosa de Slytherin es el objetivo en una apuesta entre Blaise Zabini y Draco Malfoy. Si t/n termina enamorada de Draco, él ganará la apuesta. ¿Sentirán algo más allá de la apuesta? (+1...