La Apuesta

~ 80 ~

No había nadie allí, alcé mis manos bien alto y cubrí su cabeza.

- No quiero que tus ondas se arruinen - comenté, Tom abrió un paraguas que tenía en su bolsillo y nos tapó.

Lo único que se escuchaba eran las relajantes gotas chocando con la calle adoquinada.

- Casi nos atrapan ¿Cuando aprendiste el hechizo de aparición?

- Soy el mago más poderoso de todos los tiempos ¿Piensas que no sé un simple hechizo de aparición?

- Cálmate, señor sabelotodo.

- No voy a llevarte a casa todavía, esperaremos a que la lluvia pare un poco - dijo y comenzamos a una cafetería y pedimos unas bebidas.

- Si tienes sickles, ¿Por qué te robaste un libro?

- No quiero desperdiciar dinero mágico por un libro que ni siquiera tendré tiempo para terminarlo - dijo tomando un sorbo de café - Cuando vuelvas a tu casa, dile a tus padres que al final Voldemort no te pidió nada ya que se encargó él mismo de la situación.

- Qué astuto.

- T/n, hay algo que te estuve ocultando...

Que no sea una mala noticia, que no sea una mala noticia.

- ¿Qué?

- Yo sé por qué Malfoy no te envia ninguna carta. Mientras tu estabas con esa otra familia, nos llegó una carta amenazante diciendo que sabían todo lo que pasaba adentro de la mansión. Voldemort no les permitió salir a ninguna de las personas que estaban adentro, ni enviar ninguna información para afuera.

- Entonces por eso Draco no me envió nada... ¿Por qué no me dijiste antes? - su confesión me tranquilizó, pensaba que Draco me había olvidado.

Desvió la vista, suspiró y volvió a mirarme.

- Soy egoísta. Te quiero solo para mi, pero en poco tiempo no voy a existir más, asi que dejo que sigas con tu vida.

- Tom, va a ser difícil olvidarte - apoyé mi mano arriba de la suya en la mesa. Y él me acariciaba la parte superior con su otra suave mano.

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- Papá estoy bien. Al final el Señor Tenebroso se encargó del asunto y tardé en venir porque llovía mucho. - dije en la cena.

- Solo me preocupo, brujita. Se acercan tiempos difíciles.

- Hablando de tiempos difíciles, el lunes que viene tenemos que regresar a la mansión Malfoy - dijo con su postura firme y estricta de siempre - Me voy a quedar con la carta que tu amiga sangre sucia te acaba de enviar.

- ¿De que hablas?

- Hermione Granger, te envió una carta. No quiero que te juntes con ella en la escuela, te lo vengo diciendo desde que ingresaste a Hogwarts.

- Belén, pensé que ya habías superado esta discriminación hacia la sangre - intervino papá.

- Esto es serio Francis, solo respeto las órdenes del Ministerio de la Magia. - otra vez con las peleas, mi enojo hacia ella es inevitable.

- La discriminación a la sangre no es solo un caso serio, es horrible ¿Cuando, el Ministerio, va a demostrar respeto a todas las personas? Nunca, y ya me esta hartando. - papá me miró con una sonrisa y mamá enojada.

- ¡No quiero que sepan que mi hija es una traidora de la sangre! ¡Estas castigada!

- ¿Castigada por qué, mamá? ¿Por expresar mi opinión?

- ¡Silencio y a tu habitación! - gritó mamá poniéndose de pie.

- No me voy sin mi carta.

- Belén, estas siendo injusta - me defendió papá - Solo entrégale su carta. - mamá hizo caso, la miré llena de enojo y me fui con la carta en mis manos.

Por suerte, la carta no se trataba de un asunto muy importante; Hermione se enteró de que Ron y yo estuvimos trabajando nuestra amistad y se emocionó.

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Hello :D

Como saben, Tom se irá de la historia ¿Ustedes quieren que se quede?

En el próximo capítulo aparece Draco, lo subiré mañana :)

Xoxo.