La Apuesta

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- ¿Y Harry? - pregunté.

- No sabemos, anoche casi todos nos dormimos y él se fue solo. - comentó Hermione.

- ¿Qué pasó con el Señor Tenebroso y loa mortífagos?

- Se fueron... - respondió Ron, sentándose al lado de Hermione - Cuando el Innombrable se enteró que habíamos roto su ante ultimo horrocrux decidió irse. Pero estoy seguro de que volverá.

Draco y Blaise volvieron de las mazmorras, me acerqué a ellos, pero no traían a los alumnos de primero.

- Decidimos dejarlos allí - dijo Blaise - No creo que la Batalla haya terminado.

- El Señor Tenebroso quiere a Potter muerto y no va a parar hasta lograrlo. - Draco me miró arrepentido de todos los errores que había cometido.

Suspiré, cuando se escucharon ruidos provenientes de afuera, todos salimos despacio a ver qué pasaba, yo caminé despacio con la ayuda de Draco. El cielo estaba nublado pero tenía luminosidad ya que era la mañana y todo el castillo alrededor nuestro estaba en ruinas.

Voldemort había regresado, junto a su grupo de mortífagos sobrevivientes, Nagini a un lado y al otro Hagrid, quien cargaba a alguien en sus brazos.

- ¿Quién es? ¿A quién carga Hagrid? - preguntó Ginny, acercándose más a ellos con Neville y el Señor Weasley - ¡Nevile ¿Quien es?!

- ¡¡¡Harry Potter está muerto!!! - gritó Voldemort a todos nosotros.

- ¡No! - exclamó Ginny. Tragué profundo, Draco estaba a mi lado y me miró de reojo. 

- ¡Silencio! - exclamó Voldemort - Niña tonta, Harry Potter murió. A partir de hoy, tu fe estará mejor conmigo...

Todos mirabamos al frente, desconcertados y estupefactos, era imposible de creer. Pero igualmente ver a Harry allí muerto, nos partió a todos el corazón.

- ¡Harry Potter murió! - gritó Voldemort a los mortífagos y ellos rieron, excepto Narcissa, mamá y papá - ¡Sii, llegó el momento de su juramento!

Ninguno de nosotros hablaba, solo los mirabamos con furia.

- ¡Únanse a nosotros o morirán! - pero nadie se movió ni un poco, nos manteníamos alerta y con la frente en alto.

- ¡Draco! - exclamó Lucius - ¡Draco! - todos nos miraron, especialmente al él.

- Draco ven. - ordenó Narcissa, era obvio, ella no quería a su hijo muerto, no le quedaba otra opción que irse con ellos.

Pero yo no lo iba a permitir, tomé su mano, me miró con pena y negué con la cabeza. No iba a dejar que se vaya al lado oscuro, no otra vez. Pero si decidía lo contrario no podría hacer nada, después de todo es su decisión. Está conmigo o está afuera. 

No se movió del lugar, Draco apretó mi mano, sin lastimarme, suspiré. Me alegraba que haya decidido quedarse conmigo, como Dumbledore le dijo minutos antes de morir. Me tiene a mi a su lado para ayudarlo y acompañarlo.

- ¡Quiero que todos sepan - gritó Voldemort - que Draco y T/n son mortífagos, y pertenecen a mi bando! Si no vienen acá, se enfrentarán a sus peores destinos. - esta vez si, todos nos miraban, algunos decepcionados, otros no lo podían creer.

- ¡Prefiero morir que estar de su lado! Si debemos pelear, lo haremos juntos y los enfrentaremos. - grité, miré a papá y a mamá quienes me sonreían orgullosos pero sus ojos no mostraban más que miedo. Voldemort me miró con cara asesina.

Neville, caminó con la pierna lastimada hacia ellos.

- Debo admitir que esperaba algo mejor... - opinó Voldemort, pensando que Neville se estaba pasando al lado oscuro y los mortífagos rieron - ¿Y como te llamas jovencito?

- Neville Longbottom - dijo y los mortífagos volvieron a reirse - Quiero decir algo...

- A ver Neville, creo que quedaremos fascinados con lo que vas a decir. - dijo el monstruo apretando su puño, aguantando el enojo.

- No importa que Harry esté muerto...

- Calla Neville - intervino Seamus.

- Las personas mueren a diario, amigos, familiares. Si, hoy perdimos a Harry, pero sigue aqui, adentro, con Cedric, Remus, Tonks, todos. Su muerte no fue en vano, la tuya si, porque estás equivocado - Voldemort rió - El corazón de Harry latía por todos ¡Por todos nosotros! - sacó la espada de Gryffindor del Sombrero Seleccionador - ¡Esto no ha acabado!

Escuchamos un sonido y Harry cayó de los brazos de Hagrid al suelo. Voldemort lo miró confundido.

- ¡Harry Potter! - gritó mi mamá y le lanzó su varita para que pueda defenderse.

- ¡Crucio! - gritó Bellatrix a ella, cayó al suelo y comenzó a retorcerse de dolor.

- Mamá... - exclamé quería acercarme, pero Draco sostuvo mi mano fuertemente. Comencé a llorar y me escondí en su pecho. Ya no podía hacer nada.