La Apuesta

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Busqué a Tom, pero antes me encontré con Narcissa. Me abrazó, no sé de que lado está pero también la abracé. Es la mamá que ahora me hace falta.

- T/n, Lucius está obligando a Draco a casarse con Astoria Greengrass, me resulta difícil actuar en contra de mi esposo, pero haré todo lo posible para que eso no pase.

- Gracias Cissy. Pero me tengo que ir... Espero que volvamos a vernos pronto. - seguí caminando por los pequeños espacios en los que no había personas hasta encontrarlo.

- Nos vamos - le dije, él me miró confundido comiendo algo - ¡Ahora Tom!

Tomó mi mano y nos escabullimos en la multitud otra vez. Volvimos al pasillo por el cual entramos.

- ¡Hey! ¡¿Qué hacen?! - se escuchó una fuerte voz de hombre atrás nuestro, nos dimos vuelta y dos hombres venían atrás de nosotros. La adrenalina recorrió todo mi cuerpo, más que antes, pensaba que nos iban a agarrar y encerrar en un calabozo del castillo.

Comenzamos a correr hasta llegar a la ventana abierta, donde paramos, Tom con su varita en la mano nos hizo desaparecer y volver a aparecer en el bosque, al lado de nuestras escobas. Nos subimos cada uno en una y volamos hacia mi casa. 

Uno de los hombres intentó lanzarnos un hechizo pero lancé "Protego" para tener un escudo. Mientras viajábamos comenzamos a conversar, el hermoso cielo azulado con estrellas arriba de nosotros y abajo un espeso bosque.

- ¿Qué pasó? - preguntó Tom con la respiración agitada cuando ya estábamos lejos del castillo.

- No hace falta que te recuerde que tenías razón ¿Verdad?

- Me siento bien si me lo recuerdas. - hizo una pequeña sonrisa que se ocultó cuando notó mi expresión.

- Astoria Greengrass... Ese apellido me suena... - murmuré - ¡Ya sé! Debe ser algún pariente de Daphne, ya que su apellido también es Greengrass.

- No las conozco... Pero escuché esos nombres mientras bailabas con Malfoy. - comentó Tom.

- ¿Qué escuchaste?

- Que Astoria era más fácil de convencer y Daphne no quiere casarse con nadie. Y algunos balbuceos, no entiendo por qué las personas ya no gesticulan bien las palabras.

- ¡Tom eres un genio!

- Lo sé. - cuando llegamos a casa, entramos por la puerta principal. Papá estaba ahí parado apuntándonos con su varita.

Lo saludé y lo abracé, Tom también entró. Nos sentamos en los sillones de la sala de estar y le comentamos todo lo que pasó, aunque seguía sintiéndome mal por lo del beso. No entiendo por qué Draco la besó, y eso me enoja mucho.

Papá lo notó y me abrazó.

- Solucionaremos esto brujita, y recuerda que puedes pedirme ayuda en lo que necesite... - besó mi mejilla - Ya es tarde, voy a dormir.

- Buenas noches Señor T/a.

- Dime Francis. - le dijo papá a Tom mientras se iba, con una sonrisa amable.

- Buenas noches Francis. - asintió y se puso de pie al igual que yo. - Yo también me voy a casa.

- Gracias Tom, por ayudarme.

- Te lo debía. Ahora estamos a mano ¿No es así? - amaba cuando mostraba su sonrisa, es decir, casi nunca la muestra, lástima porque que queda muy bien. 

Lo abracé, al principio el no me abrazó hasta que sentí sus manos apoyándose en mi espalda y uniéndome más a él. Sentí su profunda respiración. Nunca nos habíamos abrazado antes, creo. Estuvimos unos segundos asi y nos separamos.

- Estamos a mano.

- Bueno, nos vemos T/n. 

- Nos vemos Tom. - agarró su escoba y salió de la casa.

Subí a mi habitación, me saqué los tacones, el vestido, el peinado, los accesorios y me puse el pijama. Me saqué el maquillaje y me senté en mi escritorio.

¿Debería estar enojada con Draco? ¿Debería estar triste?

La verdad no sé, fueron muchos sentimientos en un solo día.

Le escribí una carta a Pansy, diciéndole que los padres de Daphne les estaban buscando esposos a sus hijas y que creo que tendría que hablar con ella. Le di la carta a Covy y me acosté en mi cama con Moony, en unos segundos me quedé dormida. Pensando en que mañana Draco me prometió que vendría.