La Apuesta

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- No me puedes dejar así - exclamó siguiéndome mientras bajábamos la escalera para ir a nuestra Sala común.

- Si, puedo.

- Me las vas a pagar, T/n, otra vez.

No me importaría pagar devuelta. Por más rudo que sea, lo disfruto.

Luego de las clases, que pasaron bastante rápido. Fui a la biblioteca con Blaise y Pansy a hacer tarea, estuvimos dos horas.

- T/n T/a - me llamó el Profesor Snape, a su lado estaba Draco, quien evitaba mirarme - Venga a mi salón, ahora.

Pansy y Blaise nos miraron, pero yo estaba concentrada en Draco ¿Snape se enteró de algo que hicimos?

Al llegar, Draco y yo nos sentamos en los asientos enfrente de su escritorio.

- Supongo que Draco ya le contó sobre Lavender... - comenzó a hablar mientras se sentaba.

- No, Profesor, no me contó nada... - lo dije en tono calmado, pero por dentro estaba enojada y nerviosa y Draco lo sabía. Yo presentía que algo me ocultaba, le lancé una mirada asesina.

- No se lo dije para mantenerla alejada de este tema. - se defendió Draco.

- Sin embargo, ella también tiene una Marca en su brazo izquierdo... - dijo Snape con voz fría - No podrás alejarla aunque lo intentes. Ahora comentale lo que pasó.

- Lavender entró a la enfermería, no había nadie más, entonces le lancé el maleficio Imperio. Agarró una hidromiel envenenada que yo tenía guardada en la Sala de Artefactos para que se la diera a Dumbledore y así matarlo, pero mi hechizo no funcionó. Ya que Lavender se dirigió al baño de niñas. Por suerte, el Profesor Snape estaba vigilando lo que hacía, entonces no encontró otra opción que asesinarla.

- Sería menos sospechoso matarla con un hechizo que con una hidromiel envenenada. - dijo Snape.

- Pero ese hechizo no lo conocen muchas personas. Y Harry Potter seguro está sospechando de nosotros. - opiné, solo espero que los demás Profesores no sigan buscando al asesino de Lavender.

Draco hizo silencio y miró hacia abajo, angustiado porque en sus dos intentos no pudo matar a Dumbledore.

- Haremos esto - planeó Snape - Ustedes dos terminarán de arreglar el Armario Evanescente, cuando ya funcione me avisarán asi le mandaré una carta al Señor Tenebroso arreglando la noche en la que vendrán. Mientras los mortífagos entran a Hogwarts, Draco, encontrarás a Dumbledore y lo matarás.

Draco tragó profundo y asintió. Tomó mi mano y caminamos a la Torre de Astronomía. Nos sentamos, yo apoyé mi cabeza en su hombro, lo entendía, si no cumple su misión iba a perder a su familia, entonces me mantiene alejada de estas cosas para no perderme a mí también. No podía enojarme por eso, sí me enojo cuando me oculta las cosas.

- Cuando todo esto se acabe - comentó acariciando mi mano - Nos iremos bien lejos, a vivir juntos a una casa en el medio del bosque, a un lugar escondido. Y todos los días correremos entre los árboles, nos sentaremos a ver la lluvia caer, nos acostaremos a ver las estrellas. Como si las estrellas fueran hechas para nosotros, solo nosotros dos y el mundo. - suspiró.

Las palabras que decía me llenaban de sentimientos inexplicables ¿Existe un nivel más alto que amar?

- Eso haremos Draco... Solo nosotros dos y el mundo. - susurré.

Contemplé sus ojos grises azulados iluminados por el atardecer. Quiero pasar el resto de mi vida a su lado.