La Apuesta

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Pasaron tres días, me llegó una carta de Cedric que me comentaba sobre una cita que tuvo con Cho, y otra de Pansy, diciendome que Daphne le respondió la carta y van a tener una cita el sábado que viene. Les respondí a los dos, además le mandé otra carta a Oliver, a Fred y a George.

A Pansy la invité a mi casa antes de la cita para ayudarla a arreglarse.

Hoy, jueves, me puse a cuidar las plantas mágicas de mamá, jugué con Moony, me bañé y dibujé. Papá y mamá estaban muy ocupados con el trabajo, asi que no hablé mucho con ellos.

A la noche regresaron y comimos la cena juntos. Después los saludé y entré a mi habitación, me asusté al ver a Tom jugando con Moony en mi cama.

- Por las barbas de Merlín - susurré. Tom me miró de reojo mientras Moony ronroneaba y acariciaba su mano - Parece que tienes una admiradora.

- Tengo muchos admiradores.

- Antes si, ahora no...

- ¿Te atreves a contradecirme? - dijo levantándose y acercándose a mi.

- Si, me atrevo.

- No estés tan segura - sonrió maliciosamente y agarró mi mano - Nos vamos.

Volamos con la escoba hasta un callejón vacío y oscuro de edificios altos, con muchas puertas.

- ¿Dónde estamos? - no me respondió, miró a sus costados, agarró unas llaves y abrió una puerta. Entramos.

- Aquí es donde paso tiempo, cuando no quiero estar con nadie. Si, eres la primera en conocerlo.

Era un cuarto oscuro pero visible, había un escritorio con papeles bien ordenados, una cama de telas grises y verdes, una puerta que dirigía a un baño bien cuidado y un armario lleno de trofeos, todos esos trofeos se los había ganado Tom.

- ¿Impresionada? - preguntó mientras dejaba las llaves en el escritorio y se sacaba el saco.

- ¿Como hiciste para ganar todo esto?

- Con ambición, esfuerzo y éxito.

- Que gran respuesta...

- Sabrás que no vinimos aqui para hablar de mis premios - dijo lentamente mirando mis labios.

- Que lástima - puso su mano en mi cuello y me apoyó contra la pared.

- Tu ropa me molesta, sacatela.

Digamos que a veces me gusta que me ordene. Me saqué los zapatos.

- Eres lenta - él se había sacado los zapatos y la camisa, que lindo abdomen tiene para ser un recuerdo. Me alzó y me acostó en la cama, rápidamente me sacó la camisa y los pantalones. Me sentí avergonzada pero él ya me vio desnuda, solo que no lo recuerdo.

Esa sonrisa y la manera en que miraba mi cuerpo me ponía más caliente. Se arrodilló encima mio mientras me besaba los labios con puro ardor y tentación. Bajó a mi cuello, donde chupó y mordió. Despacio besó mi abdomen, mi respiración comenzó a agitarse, sentí hormigeos en mi vientre y jugué con su cabello ondulado.

Sacó mi corpiño y lamió sus labios para besar mis pechos. Sentía más hormigeos.

Volvió a besar mis labios y cuando nos separamos sonrió orgulloso. Lo empujé despacio a mi costado, tirándolo en la cama noté el volumen en sus pantalones y los bajé. Parece que nadie la tiene chica. Agarré su paquetote y lo metí en mi boca, Tom estiró su cabeza hacia atrás y gruñó. Con mis manos y mi boca, lo froté de abajo a arriba repetidamente. Él me pasó un preservativo y se lo puse.

Me senté en su masculinidad, y observé su abdomen contrayendose mientras yo gemí. Comencé a moverme, dando pequeños saltos encima suyo que cada vez fueron más rápidos, Tom masajeaba mis pechos con sus manos grandes.

- No te detengas - dijo con voz grave y cortada.

Hice caso y estaba llena de placer, los dos alcanzamos el clímax al mismo tiempo. Unos segundos después, Tom me volvió a acostar en la cama y abrió mis piernas.

- Esto apenas comienza...

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Perdón si no doy muchos detalles en estas escenas, es que prefiero escribir otros tipos de situaciones.

Gracias por el apoyo :)

Xoxo.