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Blaise me miró sorprendido y Hermione con indignación. Me fui de ese lugar, el chico morocho me siguió y me preguntó qué había pasado. Le dije todo.

- No entiendo por qué se enojó - dije tocando mí frente.

- Por eso es que no me junto con los de Gryffindor ni los traidores de la sangre.

- ¿Fui muy mala con ella?

- No, tienes derecho, eres de Slytherin. Esa sangre sucia se metió con la persona equivocada.

- Gracias Blaise, lo abracé y caminamos al comedor.
La ira seguía recorriendo mis venas, las ganas de comer se me fueron y cada cinco minutos observaba la fila de Gryffindor con desprecio.

- Hey, t/n ¿Estás bien? - preguntó Pansy.

- Mejor que no le hablen - dice Blaise.

Una vez que la cena terminó, fui a mí habitación donde comencé a escribir en mí diario todo lo que me ocurría.

No podía dejar de pensar en lo que ocurrió con Hermione, eso me enojaba más y me sentía completamente estresada. Luego de una hora, recordé la invitación de Draco.

Caminé a la Torre de Astronomía, haciendo el mayor silencio posible. Subí las escaleras y lo ví, con las manos en sus bolsillos mirando el paisaje.

- Que puntual - dice cuando me ve.

- No estoy de humor.

- Si decides bien podrías estar de buen humor. - dice mientras se acerca.

- ¿A qué te refieres? - me pegó a la pared y nuestros rostros quedaron tan cerca que nuestras respiraciones se entrelazaban. Su colonia masculina se apoderó del lugar.

- Necesitas un poco de diversión - observaba sus profundos ojos grises cuando sentí sus suaves labios ponerse en contacto con los míos.

Era un beso totalmente apasionado, sus manos se colocaron en mi cintura y comenzó a besar mi cuello. Mi respiración comenzaba a agitarse cuando se me escapó un leve gemido.

- ¿Quieres dejar esto aquí? - preguntó dejando de hacer lo que hacía. Creo que hacer algo me sacaría el estrés. Entonces negué, Draco agarró mi mano y nos metimos a un cuarto cerca de ahí, parecía abandonado pero tenía una cama.

- ¿Cómo conoces este lugar? - él lanzó Fermaportus en la puerta y atrapó mis labios de vuelta, se sentó en la cama y yo quedé encima suyo, comencé a moverme para adelante y para atrás mientras seguíamos besándonos. Draco masajeaba mis nalgas y noté su erección. Lo empujé quedando él recostado en la cama y yo arriba, yo besaba su cuello y me seguía moviendo.

Me agarró y me acostó. Al parecer le gusta ser el dominante, se sacó el pullover y la camisa con la corbata, conmigo hizo lo mismo pero me dejó el corpiño puesto. Me observó con deseo, lamió sus labios y comenzó a dar besos en mí pecho, luego en mi abdomen, pasó su mano con anillo por abajo de mi pollera, tragué profundo, tiene las manos grandes y eso me gusta.

Cuando hizo contacto con mi parte me estremecí, hacia círculos con sus dedos. Mi respiración iba cada vez más rápido. En un momento frenó y metió dos dedos dentro de mí, mordí mí labio inferior y gemí.
- Por Merlín, puedo venirme solo con escucharte - susurra con voz ronca.

Sus dedos entraban y salían, luego de algunos segundos, acercó su cara a mí feminidad y comenzó a jugar con su lengua ahí mientras yo jugaba con su pelo rubio platino. Notó cuando ya me estaba por venir y me tapó la boca con su mano por mi grito de placer. Me miraba como si fuera un rey.

Se levantó y se bajó los pantalones, incluida su ropa interior. Su amigo es más grande de lo que esperaba, se puso un preservativo.

- Soy Virgen - confesé. Él parecía sorprendido.

- Entonces me siento afortunado de ser con quién pierdas tu virginidad - dijo cuando sentí su cosa entrando en mi interior, despacio. Al principio dolió pero después de varias embestidas me sentí llena de placer, intentaba no gemir tanto porque cualquiera puede escucharnos.

- Santo cielo - dice con voz ronca y se acuesta encima mío sin apretarme, siguió con las embestidas mientras yo rasguñaba despacio su espalda y Draco besaba mi cuello.

- Ahh Draco ya casi llego - dije con voz entrecortada. Antes de lo esperado nos venimos los dos.

- Nunca me vine tan rápido - dice saliendo de encima mio. Se acuesta a mí costado y yo me agacho entre sus piernas, le saco el preservativo, se sienta y me mira sorprendido.

- Quiero intentarlo.

- Mantente callada - esos comentarios en los que él es superior nunca van a faltar. Agarro a su amigo con mi mano y comienzo a frotar para abajo y para arriba. Sin pensarlo mucho lo metí en mi boca e hice lo mismo con ayuda de mis manos, Draco tomó mí cabello haciéndome una cola de caballo para que no estorbara y estiró su cabeza hacia atrás. Podía escuchar sus graves gemidos, jugaba con mí lengua en su paquete y chupaba. Y luego de unos minutos, observé como su abdomen se contraía.

- Córrete y di mí nombre - digo sin parar con mis manos.

- Mm-m t/n - dice con voz fuerte y entrecortada cuando se vino. Los dos nos acostamos en la cama y nos abrazamos.

- No sabes por cuánto tiempo deseaba hacer esto - susurra en mí oído.

- Confío en ti Draco, prométeme que no le dirás nada a nadie.

- Lo prometo t/n.

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