La Apuesta

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- No aguanto estar lejos de ti todo el tiempo - dice desviando la mirada - Desde el día en el que te vi llorando, no quiero que nadie te haga sentir mal nunca. Sé que suena raro de mí pero - no le dejé continuar ya que junté mis labios a los suyos, pero esta vez tiernamente.

- Yo tampoco quiero estar lejos de ti - dije mientras nuestros rostros se separaban unos centímetros - Pero convencer a Blaise de cancelar la apuesta será difícil.

- No para mí - dice con esa media sonrisa típica. Sonreí y nos pusimos a terminar la tarea en un ámbito ya no tenso, sino más cálido.

Cuando terminamos, cada uno fue a su habitación a dejar los libros y bajamos a la cena.

Draco y yo nos sentamos y esperamos a Blaise conversando sobre nuestros hobbies, así se enteró que me gusta dibujar y me dijo que quería ver mis dibujos. En el fondo, y cuando nadie está cerca, Draco es un amor de persona.

Blaise, Pansy y sus amigas se acercan y se sientan alrededor nuestro.

- Le conté a Blaise - dijo Pansy presumida - a casi todos mis amigos en realidad.

- Me entra por un oído y sale por el otro - agregué con ignorancia, Draco no pudo evitar sonreír.

- Hablando de eso - dice el chico de pelo rubio platino - Blaise, quiero cancelar la apuesta.

- No no, no se cancelan las apuestas ¿Por qué? ¿Gané? - dice victorioso.

- No.

- En cierta forma si - dije bromeando, él me miró confuso - Solo estoy jugando - reí.

- ¿Que tengo que hacer para cancelar la apuesta? - dice Draco. Hablaban como si fueran esos muggles, como se llamaban... Ah si, mafiosos.

- Mmm, déjame pensar. Si ganamos el partido de mañana, cancelamos la apuesta. Pero si perdemos, la apuesta continúa.

Hay partido mañana, ya me olvidaba. Blaise y Draco forman parte del equipo de quidditch de Slytherin. Yo no formo parte de este aunque la Profesora Hooch me dijo que como tengo un promedio de diez en vuelo debería formar parte. No se, creo que prefiero observar.

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En vez de tener clases, estamos esperando a que comience el partido de quidditch. Estoy sentada en las gradas con Theo, nos maquillamos los colores de nuestra casa en nuestras mejillas.

- ¡Hoy es un día magnífico para un partido de quidditch! - dice el comentarista - Competirán Hufflepuff contra Slytherin - mientras los dos equipos entran a la cancha. Todos gritaban y aplaudían.

El juego comenzó, los cazadores de mí casa tenían la quaffle y se hacían pases con ella.

- ¡Gracias al gran pase de Zabini, el equipo de Slytherin ya tiene 40 puntos! - dice el comentarista 30 minutos después - ¡Aunque Hufflepuff tiene 10 puntos menos, sus bateadores están haciendo un gran trabajo!

Así pasó 1 hora más.

- ¡Diggory y Applebee logran que Hufflepuff revierta los puntajes, quedando a la delantera! 150 puntos Hufflepuff y 110 puntos Slytherin.

A pesar de que Crabbe y Goyle eran malos bateadores, las personas de las gradas seguíamos alentandolos, aunque estábamos un poco cansados. Nosotros somos los mejores y nadie nos va a hacer perder el partido.

- ¡El buscador Malfoy persigue la snitch con una velocidad impresionante! - nosotros saltabamos mientras el comentarista intentaba relatar - Summerby lo persigue, pero no es el único. ¡Una bludger violenta los persigue también! Malfoy está perdiendo el equilibrio por la rapidez en la que se encuentra ¡Uhhh, la bludger golpea a Summerby haciendo que caiga de su escoba, suerte que Madam Pomfrey está cerca! ¡Malfoy vuelve a su equilibrio y... agarra la snitch! ¡Malfoy agarró la snitch! ¡150 PUNTOS PARA SLYTHERIN!

Todos gritamos "Slytherin, Slytherin, Slytherin" seguidamente mientras saltabamos orgullosos. Draco vuela a sus amigos mostrando la snitch.

- ¡Tras un partido magnífico, el equipo de Slytherin sale victorioso! Hufflepuff con 150 puntos y Slytherin con 260!