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- Seguramente T/n tiene algo que ver con esto. - exclamó Percy enojado.

- T/n no es tan irrespetuosa como para hacer una broma en casa ajena - dijo George, una indirecta muy directa.

- Pero ella pasó toda la tarde con ustedes dos.

- ¿Tu le preguntaste su opinión, George? - intervino Fred.

- No ¿Tu Fred?

- Tampoco.

- ¡Silencio! ¡Fred, George, no les daré el postre de hoy! - dijo Molly enojadísima mientras tiraba los escarabajos muertos a la basura, cuando me miró se calmó - T/n, sé que no tuviste nada que ver con esto.

Me sentí mal, pero bien al mismo tiempo. Estaba feliz de que confiaran en mi, pero yo estaba ocultando la verdad. Muchas verdades; como la Marca Tenebrosa, la tengo cubierta con maquillaje para que no se vea.

- Ustedes dos, lleven la maleta de T/n . T/n, si quieres acompáñalos, en un rato te llevo el postre.

- Gracias Señora Weasley.

- Oh llámame Molly - asentí, los tres nos levantamos y subimos las escaleras ¿Dónde sería mi habitación? Seguramente compartiría habitación con Ginny. Entramos a una habitación, con tres camas de telas rojas.

- Bienvenida a nuestra guarida - dijo George. La habitación era lo suficientemente grande, con un armario, una mesa con una lámpara, unos estantes, una ventana y fotos de la familia Weasley y de Kenmare Kestrels en una pared.

- ¿Fanáticos de Kenmare Kestrels? - es un equipo de Quidditch irlandés que juega en la Liga de Quidditch de Gran Bretaña.

- Por supuesto ¿A que equipo apoyas?

- Tambien a Kenmare Kestrels, pero no soy tan fan como ustedes - respondí apreciando de cerca las fotos. 

Molly entró a la habitación con un tarro con dos bochas de helado y una cuchara. Me lo dio a mí.

- Gracias.

- ¿¡Meigas fritas!? - preguntaron ellos al unísono.

- Se las perdieron - dijo Molly retirandose de la habitación. Comí una cucharada y comencé a flotar unos centímetros del suelo. Se sintió asombroso.

- Ah si, ya me olvidaba ¿Me quisiste decir irrespetuosa recién, George?

- Si, a no ser que nos compartas meigas fritas. - dijo mientras los dos se sacaban una cuchara de sus bolsillos.

- No hacía falta que me discrimines - rodeé los ojos.

- Ay T/n es un buen ángel- se burló Fred.

- Si siguen, no les comparto nada. - dije escondiendo mi postre.

- Esta bien... Paramos.

Luego, fui al baño y salí, perfecta para dormir. Cuando entré a la habitación los gemelos se estaban sacando fotos con mí cámara. Me notaron y me sacaron foto a mi.

- ¿Quién les dio permiso para usar mis cosas?

- Fue George, yo le dije que no.

- Mentira, Fred tuvo la idea.

- Esta bien, pueden usarla... - dije acostándome en mi cama - Deberían fotografiar su casa, La Madriguera es hermosa.

- ¿Enserio? - preguntó George, como si nunca hubiera vivido ahí.

- Si - dije confundida - ¿Por qué preguntas?

- Pensé que dirías que nuestra casa es una pocilga - confesó Fred.

- Estaría mintiendo, me encantaría tener una casa como esta - me miraron con cierta sorpresa, agarré otro de mis libros para antes de dormir.

- ¿Qué haces? - preguntaron al mismo tiempo sin dejar de tomarse fotos.

- Leo...

- En nuestra guarida no se lee - comentó George.

- Además, estamos de vacaciones. - Fred se acercó a mi, me quitó el libro y se lo pasó a George.

- Si tan solo pudieras alcanzarlo - dijo sosteniendo el libro a una altura que no estoy segura de alcanzar.

- No me desafíes - dije poniéndome de pie.

- Te desafío T/n. - respondió George, me puse en frente suyo, salté para tomar el libro pero se lo pasó a Fred, quien estaba saltando de cama en cama.

- A que no lo atrapas. - comencé a perseguirlos y ellos se iban pasando en libro. Me daba gracia esta situación ya que era obvio que no lo iba a conseguir. Me paré en un lugar y me hice la cansada, ellos se acercaron preguntándome si estaba bien y les saqué el libro.

- A veces solo se necesita técnica - dije, les mostré mi lengua como burla y volví a acostarme en mi cama.

- Bien hecho - opinaron al mismo tiempo.

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