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- Tienes un pijama nuevo... - murmuró Draco acostado en el lado derecho de la cama. Me sorprendió que lo haya notado.

- Asi es. - me acosté a su lado, suspiré y apagué la luz. Lo único que alumbraba la habitación era la luz de los faroles de afuera que venían de la ventana. Entonces podía ver.

- ¿No me vas a decir buenas noches? - susurró, sentí su fresco aliento en la parte de atrás de mi cuello.

Me di vuelta y nuestros rostros quedaron a unos centímetros, me acerqué más, besé sus labios tiernamente con los míos por un momento y me alejé.

- Buenas noches Draco... - lo abracé y me acurruqué en su pecho.

- Buenas noches T/n. - también me abrazó y apoyó su cabeza sobre la mía.

Cuando me abraza siento completa comodidad y seguridad. Yo también lo extrañé.

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Luego de algunas semanas, Navidad arribó, me desperté, me levanté y miré por la ventana, afuera de la Mansión Malfoy había un montón de nieve, ya quería salir.

- Draco - acaricié su cabello rubio platino despeinado, abrió apenas los ojos sin moverse - Feliz Navidad bello durmiente.

- Feliz Navidad T/n. - dijo con voz ronca y agarrando mi mano - Ven y duerme un poco más...

Me volví a acostar y él se apoyó en mi pecho, abrazándome como a un peluche.

- No sabes cuánta nieve nos espera afuera, - murmuré - además, el dia es perfecto.

Luego de unos minutos más descansando, nos levantamos, vestimos y arreglamos.

Cuando bajamos, fuimos al hall donde estaba Narcissa tomando café y mirando por la ventana, la saludamos y nos deseamos feliz navidad.

Había un árbol de Navidad más grande que el del año pasado, lo habíamos decorado ayer entre todos, nos quedó hermoso. Y ahora abajo de este había regalos.
Pero no los íbamos a abrir hasta que papá despertara, unos minutos después vino y nos saludamos y deseamos feliz navidad también.

Abrimos los regalos, Narcissa me dio un bolso de mano super elegante y caro y unos galeones, yo a ella un nuevo perfume y un saco negro, formal.

Papá me regaló un nuevo cuaderno donde dibujar, una pluma a vuelapluma, y ropa nueva, y yo a él un juego de ajedrez mágico y una recordadora.

A Draco le di un monedero de piel de Moke, Polvos Flu, una pulsera con reloj, y un desiluminador. Y él a mi; una caja llena de ranas de chocolate, él sabe que son mis favoritas, una paleta con colores acuarela para pintar, y un libro enorme que creo conocer.

Lo abrí, era un álbum de recuerdos, con nuestras fotos, el mismo que había empezado a comienzos de este año. Pero esta vez tenía todas nuestras fotos con la fecha escrita abajo. Como aquella vez que él me perseguía y le saqué una foto, o ese día con Blaise y Pansy, o una tarde en su jardín. Ya habíamos pasado tanto juntos, y quiero seguir a su lado haciendo nuevos momentos.

- Hay que llenarlo con los nuevos recuerdos...

No suelo ser tan sentimental o sensible, pero esas fotos me dan ganas de llorar, aunque no lo hice por un poco de estabilidad emocional.

- Gracias Draco, el mejor regalo de todos. - dije abrazandolo. Draco agarró la cámara de mi bolsillo y nos sacó una foto abrazados.

Unos minutos después, los dos nos pusimos varios abrigos, guantes, Draco se puso ese gorro que tanto amo, yo bufanda.

(Canción de la portada, Minuto 03:02)

Salimos al bosque bien cuidado de atrás de la mansión, corriendo y riendo ya que nuestros pies se hundían en la nieve y nos impedían ir mas rápido.

Draco rodeó sus brazos en mi cintura mientras corríamos y los dos caímos en la nieve, en medio de los árboles.

El se puso en cuatro encima mio, se acercó para besarme pero yo lo esquivé riendo. Él frunció el ceño y puso sus manos en mis mejillas, sosteniendome para que no lo esquive otra vez. Comenzó a jugar dándome besos en toda mi cara, y para cuando terminó sonrió.

- ¿Satisfecho?

- No... Uno más. - volvió a acercarse, sin sostenerme y lo esquive. Esta vez si se enojó, se levantó, agarró mis pies y me llevó hacia otro lugar arrastrándo mi cuerpo entero en la nieve.

- ¡Dracoo! ¡Me estoy llenando de nieve! - tenía frío y la nieve estaba tocando mi espalda.

- ¿Tus disculpas?

- Esta bien, déjame y me disculpo. - me soltó y me ayudó a ponerme de pie. Esperaba mis disculpas.

- Bueno, lamento hacer esto - dije y le lancé una bola de nieve en la cara. Él se sacó la nieve y me miró con una sonrisa competitiva, hizo una bola de nieve y me la tiró.

Hicimos una guerra de bolas de nieve, quizás sea algo infantil, pero creo que tenemos que disfrutar nuestra compañía antes de volvernos adultos o antes de que otra situación pase.

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Holaa :)

Yo que ustedes, dejo estos capítulos para cuando estén aburridos en la fiesta de Navidad.

Feliz Navidad y Felices Fiestas! <3

Xoxo.

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