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- Le pegué una cachetada y me fui - terminé de contarle a Pansy.

- Esa Vanora es una estúpida perra - dijo ella - Y Draco también, pero ¿Estás segura de que no tiene alguna explicación?

- No me frenó en la fiesta, ni siquiera me buscó luego - quizás Draco me hacía ser sensible porque ya otra lágrima salió y miré hacia abajo, sentía vergüenza, ya que nunca me habían visto llorar.

- Si bajas la cabeza se te caerá la corona, mi reina. Eres la mujer más fuerte que conozco, afrontarás todo lo que se te cruce. Yo creo que ahora, deberás esperar a que Draco te hable.

- Gracias Pansy - dije abrazándola. Ella besó mi mejilla cuando escuchamos un sonido venir de atrás de la puerta, nos miramos y abrió la puerta encontrando a Tlink.

- Este pulgoso estaba escuchándonos - lo agarró de la ropa y lo metió en la habitación. Creo que ya me estoy acostrumbrando a sus dos lados, el agresivo y el compasivo.

- Disculpen a Tlink, verdaderamente lo siente. Pero se le hizo imposible no escuchar la conversación. - dijo el elfo tembloroso cubriéndose los ojos.

- Eres un entrometido asqueroso.

- Pansy, tranquila.

- Tlink malo, Tlink malo, Tlink malo - dijo mientras golpeaba su cabeza fuertemente contra el suelo.

- Tlink no hagas eso, no hiciste nada malo.

- ¿No?

- No, no estamos enojadas - dije intentando consolarlo - ¿Por qué escuchabas?

- Tlink solo quiere ayudar a la señorita T/n.

- Disculpa Tlink, pero no necesitamos tu ayuda - dijo Pansy sacándolo de la habitación. Lamento admitirlo, pero tiene razón, sé que los elfos hacen magia, pero no necesitamos magia.

Al siguiente día, me desperté temprano y no me pude volver a dormir, sin sacarme el pijama bajé al comedor y me hice un té. Caminé a la biblioteca silenciosamente y me puse a leer.

- ¿Estas bien? - escuché atras mio unos minutos después. Parece que siempre nos encontramos en este lugar.

- No te importa cómo estoy... - respondí, Tom usaba un traje elegante, se sentó en frente mio, agarró mi taza y tomó un sorbo como si fuera el propietario de todo.

- Pregunté para que respondas.

- No, no estoy bien. Como si fueras a hacer algo al respecto. - Se puso de pie y comenzó a caminar a la salida.

- ¿A donde vas?

- A hacer algo al respecto - respondió volviendo a mirarme seriamente.

- No tom, no hagas nada - suspiré - Por favor... - Desvió la vista y volvió a sentarse en el mismo lugar de antes.

- Convencí al gran Tom Ryddle - dije orgullosa y sorpredida.

- Cállate - dijo mirando su libro con una pequeña sonrisa que intentaba disimular.

Abrí mis ojos, me había dormido, el saco de Tom me tapaba la espalda, pero él ya no estaba. Decidí buscar a Tom para devolverle el saco. Caminé al comedor donde todos estaban comiendo, excepto Lord Voldemort, mamá, papá y Lucius. Estaba en pijama, cargaba el saco en mis brazos y todos clavaron su mirada en mi.

Apenas crucé mirada con Draco desvié la vista.

- Buen provecho - dije a todos, me acerqué a Tom y le di el saco. Casi todos me miraron confundidos, me senté en mi asiento, por suerte ya tenía la comida servida.

- Gracias T/n - respondió Pansy al fin, tanto silencio me incomodaba.

Narcissa, Perseus y la Señora Zabini hablaron todo el almuerzo. Para cuando lo terminé, fui a mi habitación a vestirme sin dejar de sentirme un poco triste. Cuando salí de la habitación encontré a Draco.

- ¿Ya me reemplazaste? - preguntó con tono triste, lo cual me enojó.

La ApuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora