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Luego Hermione apoyó su cabeza en mi hombro mientras leíamos lo que sobre la Asamblea de los Magos Europeos.

Podía escuchar a Lavender hablando con su voz chillona pero Ron no decía nada.

El cabello de Hermione huele a flores.

Después de una hora, le entregamos los resúmenes al profesor y salimos del salón. En el recreo, nos pusimos a charlar con Luna también en el Gran Comedor.

Ron estaba mas lejos, sentado con Potter, pero no podía evitar mirarnos con el ceño fruncido. Me harté de sus miradas.

- ¿Algo para decir, Ron? - exclamé. Las chicas lo miraron.

- No, nada.

- Es un estúpido - murmuró Hermione, agarró sus libros y se fue.

- El amor - dijo Luna - es como alimentar a una quimera.

- O como presentarte a un hipogrifo - dije y ella sonrió, vi a Ron salir - Luna, voy a buscar a Hermione. - ella asintió. Me levanté y seguí a Ron.

Estaban en el Patio, Hermione sentada leyendo un libro.

- ¿Tienes algo con T/n? - preguntó Ron acercándose a ella.

- ¿Tienes algo con Lavender?

- Pff no.

- Claro, por eso esta mañana no se separaba de ti. - dijo Hermione cerrando el libro.

- No es mi culpa que quiera estar conmigo. - Ron se defendió.

- Tu también quieres estar con ella porque no la evitas... - se puso de pie.

- Ya no se lo que quiero. Pero de lo que si estoy seguro, es que exageras las cosas.

- Asi como exagerabas cuando me viste con T/n hoy. Tienes que tomar la iniciativa, antes de que alguien más lo haga.- exclamó Hermione. Ron no dijo nada, suspiró y caminó hacia la salida donde yo estaba. Me escondí y por suerte no me vio.

Cuando se fue, caminé hacia Hermione quien tenía lagrimas en sus ojos. La abracé.

- No bajes la cabeza reina - recordé las palabras que Pansy usó para consolarme - Se te cae la corona.

Ella hizo una pequeña risa, sin dejar de abrazarme.

- No necesitas a ningún chico Hermione. Y si Ron enserio siente lo mismo que tu por él, vale la pena arriegarse.

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Después de clases, fui a entrenar con mi equipo de quidditch. Y al terminar, volví a visitar a Draco junto a Blaise.

- Estamos practicando un montón de técnicas, planeamos usar la pinza Parkin y Dónde quedó la quaffle. - comenté.

- Te perderás el partido, es este lunes - le dijo Blaise.

- Lo sé. Pero no hace falta ir, porque Slytherin ganará. - opinó Draco con una media sonrisa. Igualmente se lo notaba cansado.

- Solo tenemos dos partidos mas, y si los ganamos. Tendremos la Copa de Quidditch este año.

- No es ninguna complicación para nosotros - respondió Blaise.

- Esperemos que este año termine bien...

Luego de conversar un rato, caminé hacia mi habitación, donde no había nadie. Aproveché para lanzarle el hechizo al Diario de Tom. Lo puse en el suelo, agarré mi varita y pronuncié "Vulnera Sanentur". El libro se abrió, moviendo sus hojas rápidamente y mostrando una potente luz dorada que se fue convirtiendo en Tom.

- Buenas tardes, T/n - dijo, extrañé su grave voz. Pero él se veía un poco transparente. Acerqué mi mano a su brazo pero lo atravesé, como si fuera un fantasma.

- Hola Tom - sonreí.

- Me volveré corpóreo cuando mate a alguien.

- Solo alejame a mi y a mis amigos de esto, por favor.

- Como digas - dijo sin importancia, yo había olvidado lo intenso que sus oscuros ojos me miran. Agarró su Diario y lo guardó. Agarró su varita de su bolsillo, lanzó un hechizo y desapareció.

Bajé a cenar, como si nada hubiera sucedido. Conversé con Pansy y Daphne, las noto muy felices.

De repente se escucharon gritos y dos chicas muy asustadas entraron al Gran Comedor corriendo.

- ¡Profesor! ¡Encontramos a una chica en el baño! Creemos que está...

Mitad de los Profesores, confundidos, caminaron ligeramente.

- ¡Todos mantengan la calma! - gritó Dumbledore, pero los murmuros seguían.

¿Que hice? ¿Como voy a dejar suelto a un asesino? Por mi culpa una chica, que puedo conocer, está muerta. Los nervios y la curiosidad me inundaban.

- ¡Silencio! - gritó Dumbledore, y esta vez si nos callamos. Intenté disimular mi ansiedad lo más posible.

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