La Apuesta

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- Orchideous - dije moviendo mí varita. Salió un ramo de flores blancas de ella.

- Orchideous - dijo Cedric y le pasó lo mismo.

- Creo que seríamos buenos profesores Fred - dijo George de brazos cruzados y con una orgullosa sonrisa en su rostro.

- Estoy de acuerdo, y recuerden que pueden crear un ramo o una sola flor. De pende de lo que quieran.

- Gracias chicos - dijo Cedric.

- Si, son los mejores - les dí un beso en la mejilla a cada uno y sus ojos se abrieron como platos, yo sólo reí. Salimos del salón y con Cedric caminamos de vuelta a la Torre del Este.

- ¿Como le preguntaras?

- Cho ¿Quieres ir al baile conmigo y de paso ser mí novia?

- No, de esa manera definitivamente no. Algo más sentimental.

- Desde hace tiempo que siento cosas por ti, me gustas Cho, y me preguntaba si quieres ser mi novia e ir al Baile Celestial juntos.

- Perfecto. Y cuando terminas de decirle eso le das un ramo de flores blancas.

- Gracias t/n, ya te considero una amiga.

- ¿Y por qué me pediste ayuda a mí?

- No es por sonar presumido, pero cuando me acerco a chicas, ellas me coquetean, como tu ya tienes pareja y además me caes bien decidí preguntarte a ti.

- Ay bueno, las chicas te coquetean - dije jugando en tono creído.

- Jajaja sisi. Le voy a preguntar a Cho en Hogsmeade este domingo.

- Te deseo suerte para entonces Cedric - sonrió haciendo que sus ojos se enchinaran - Me esperan en la biblioteca, hablamos luego.

- Si, adiós t/n - asentí con la cabeza y caminé a la biblioteca.

Allí Pansy, Millicent, Blaise, Draco y Goyle. Me senté al lado de Pansy con mis libros.

- ¿Como te fue con los Weasley? - me preguntó Draco.

- ¿Por qué?

- Los rumores en Hogwarts se expanden más rápido que los doxy - dice Blaise - Casi todos saben que les diste un beso a los Weasley.

- Fue un beso en la mejilla de agradecimiento y despedida. Ni siquiera que haya hecho algo malo - dije confundida.

- Para mí si es algo malo.

- Cállate Draco, que seas su novio no significa que no pueda tener amigos - me defendió Pansy y sonreí.

- Puede tener amigos, pero no me gusta que se acerque tanto a ellos - dijo Draco.

- Shhhh - dijo la Señora Pince.

- Hablaremos de esto solos, cuando terminemos la tarea. - dije poniendole fin a la discusión.

Nos la pasamos escribiendo y leyendo, muchas veces Draco y yo cruzábamos miradas.

Cuando los dos terminamos, caminamos con las manos juntas hacia la Torre de Astronomía. Allí nos sentamos en los escalones. Sus ojos brillaban por las luces del atardecer, en cuestión de segundos podía perderme en ellos. Sus labios, un poco rosados. Su pelo rubio platino bien peinado. Pero después recordé lo celoso que es.

- t/n, no es que no quiera que tengas amigos. Sé que soy el mejor, pero me da miedo que encuentres a alguien que me supere.

- ¿Miedo por eso? Eres el único al que mis ojos quieren ver. Y nunca podría dejarte y menos engañarte. Ni siquiera estoy enojada por tus celos. Te amo Draco y nadie va a cambiar lo que siento. - una sonrisa hermosa aparecía en sus labios con cada palabra que decía. Lo cual me hizo sonreír a mi - ¿Qué?

- Que cursi - dijo ofendiendome. Desvié la vista - Me encantas tal y como eres - volví a mirarlo, acarició mí mejilla, nos besamos tiernamente. Apoyé mí cabeza entre su cuello y su hombro y así nos quedamos el resto de la tarde.