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6 años después....

Nos llegó una carta de los dos un mes después de su primer día en Hogwarts.
Primero abrí la de Lyra;

Hola papá y mamá,

¡Estoy en Ravenclaw!

La Profesora McGonagall me preguntó si tenía alguna relación con mamá porque dijo que me parezco mucho a ella por mí físico e inteligencia.

Todos los profesores me tratan muy bien, como si me ya conocieran.

Entré al equipo de quidditch de Ravenclaw como buscadora, y me hice unos amigos. Pero paso más tiempo con Rose Weasley, la hija de Hermione y Ron Weasley.

Creo que a ella le gusta Scorpius, pero él está siempre con Albus. Parecen novios.

Me gustaría que vengan a verme en mi primer partido, según la Profesora Hooch ya nací con el don de volar en escoba. Es el 10 de Octubre.

Los extraño,
Lyra Narcissa
Malfoy.

Y luego leí la otra carta;

Hola mamá y papá,

Estar en Hogwarts es genial, el Sombrero Seleccionador me puso en Slytherin, la misma casa que ustedes.

Conocí a Albus Potter y me cae muy bien, es el hijo de Harry y Ginny Potter. Está en mi misma casa.

Usamos las bromas que Fred y George me regalaron de Sortilegios Weasley, y podría decir que somos los nuevos bromistas de Hogwarts. Diganselo a ellos.

Lyra es muy inteligente, en las clases que tenemos juntos siempre levanta la mano y yo también pero intentamos no pelearnos. Mi clase preferida es Historia de la Magia.

Estoy seguro de que tendré las mejores notas, ya saben que mi hermana no puede superarme.

Espero que vengan a verla en su primer partido, asi también puedo estar con ustedes en ese momento.

Los extraño,
Scorpius Francis
Malfoy.

Draco estaba orgulloso de ellos pero no tanto como yo ya que el mejor amigo de Scorpius es el hijo de Harry Potter, pero ya es un hombre maduro y lo acepta.

Y me encanta que Lyra esté tan bien. Siempre fueron muy competitivos los dos pero nosotros intentamos no hacer desigualdades entre ellos.

Recuerdo lo emocionados que estaban nuestros hijos en la estación de Kings Cross.

Flashback.

- No pasa nada Lyra. Solo tienes que confiar en que no te golpearas.

- ¿Y si no paso? - preguntó ella, nos encontrabamos entre la plataforma 10 y 9, teníamos que pasar por la pared entre ellas para subir al Expreso de Hogwarts.

- Aprende del maestro. - dijo Draco, quien usaba su traje para el trabajo y dios, que bien le queda. Se acercó a la pared y la cruzó desapareciendo de nuestra vista.

- ¿Ves? - Lyra parecía más calmada.

- ¡Ahora yo! - Scorpius caminó ligero hacia la pared con su carrito, donde sus maletas y cosas escolares estaban y atravesó la pared.

- Vamos juntas. - ella sonrió y caminamos con su carrito hacia la pared.

Y en un abrir y cerrar de ojos allí estábamos, en la plataforma 9 3/4 y el Expreso de Hogwarts esperando la subida de todos los alumnos.

Los ojos de Scorpius y Lyra brillaban de admiración, yo ya extrañaba este lugar. Miles de recuerdos me inundaron.

Draco agarró mi mano y me señaló hacia un lugar con la cabeza. Vimos a Harry y Ginny con dos niños y una niña. A Hermione y Ron con una niña y un niño. Quienes también notaron nuestra presencia y nos sonrieron.

Había muchas personas en la estación y los alumnos ya comenzaban a subir.

- Este tren es asombroso. - dijo Scorpius.

- Lo sé hijo. Cuando vayan al castillo, deben ir a la Torre de Astronomía sin que nadie los vea, ese es mi lugar preferido. - comentó Draco mirándome de reojo, todas las cosas que pasamos juntos en ese lugar; tristeza, celos, amor, enojo. Podría decir que también es mi lugar preferido.

- Bueno, recuerden todo lo que les enseñamos y que se tienen el uno al otro. - me agaché enfrente de mis hijos - No peleen y cualquier cosa pueden escribirnos cartas.

- También recuerden que si alguien los molesta, tienen que lanzarle el hechizo Mimblewimble. - añadió Draco, el hechizo de la lengua atada.

- Y díganle a un Profesor o Prefecto.

Lyra y Scorpius me abrazaron, y luego a Draco.

- Los voy a extrañar. - dijo Lyra.

- Yo también. - dijo Scorpius.

- Los amamos mucho.

- Hasta las estrellas... - terminó diciendo Draco.

Los dos se subieron al tren y cuando este comenzó a moverse los dos nos saludaron desde una ventana.

No pude evitar llorar, parezco muy sensible, pero ese sentimiento de nostalgia se apoderaba de mi.

Los sentimientos, las amistades y los estudios que experimenté en ese colegio me dieron la vida que tengo ahora.

Draco me  besó y abrazó, me acurruqué entre sus brazos sintiendo el aroma de su tan querida colonia.

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Me quedé pensativa, mirando las cartas.

- ¿Qué piensas T/n? - preguntó Draco, tardé un poco en responder.

- Pienso que logramos todo lo que queríamos... Gracias a "La Apuesta".

Fin.



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