Capítulo 69: ¿Estás embarazada?

1.8K 190 93
                                    

Loki llegó la hora de cumplir tu promesa...

¿Qué?

¡Protege a mi hija!

¿Helena? ¿Dónde estás? No puedo verte... — Una espesa neblina cubría mi visión por completo.

¡Salva a Lucía!

¡Helena! ¡¿Dime de quién?!

Nuevamente veo al cadáver de la madre de Lucy sobre el frio pavimento, con la mirada gris y perdida. Su voz de ultratumba solo se escuchaba de fondo, pero de pronto... sus ojos se quedan estáticos viéndome desesperados con un lúgubre velo de horror.

¡Sálvala o tu también morirás! — Me hablo su cadáver sentenciando mi futura muerte si no cumplía la promesa que hice.

Desperté abrumado, acongojado, una angustia extraña me clavaba en el pecho presagiando lo peor. Estas pesadillas las he tenido durante años, desde el accidente, pero esta fue diferente, mi instinto de hechicero me está avisando, es por algo que Helena me está advirtiendo, sé que está comunicándose conmigo a través de estos terribles sueños, no sé como pero de algún modo lo hace, Helena nunca fue una humana común, por eso sé que es ella desde otra dimensión quien me está exigiendo que proteja a su hija.

Después de que Lucía se enteró de la verdadera razón de la muerte de sus padres, ella me exigió no volver a verme nunca más su vida. He respetado su decisión, no he vuelto a la Tierra en todos estos meses, y no ha sido fácil, ya que no ha habido un solo día que no piense en ella.

Me levanté de la cama y fui hasta una pequeña mesa donde había una jarra con agua, bebí unos sorbos para intentar calmarme, pero eso no ayudó en nada. Salí hasta el balcón, observé el amanecer de un nuevo día, los rayos del sol todavía no nacían, una pequeña brisa rozo la piel de mi cara y levantó levemente mi cabello, es un amanecer muy hermoso pensé, como desearía verlo junto a ti.

Pero algo no estaba bien, sentí que este día era diferente, como si hoy fuese a cambiar el curso de mi vida para siempre.

Tomé un baño rápidamente, me vestí con mi traje de cuero y mi capa verde cubría perfectamente mi espalda. Fui hasta el jardín, admiré los incontables árboles, la fuente de agua y su particular sonido, tomé asiento en la silla del rey que siempre utilizaba para tomar el té. Chasqueo mis dedos y aparece en mi palma mi antiguo celular, aquel artefacto de humanos aquí en mi reino no servía de nada, pero me sirve para recordar nuestra historia. Mientras deslizo mi dedo en la pantalla y veo nuestras fotografías, me preguntaba si debía volver a la Tierra.

— Eres tan masoquista. — Dice sentándose a mi lado. — Ya debería haberme desecho de ese artefacto hace mucho tiempo, tal como lo hice con el espejo de tu madre.

— Sermones hoy no Sigyn, no debí dejarte que hicieras eso... ni siquiera puedo saber cómo está.

— Debe estar bien, si no ya lo sabríamos, ¿aun tiene el collar mágico de tu madre no?

— Supongo que sí, hace meses que no sé nada de ella. — Me quedo pensando unos instantes.

— ¿Qué te ocurre? — Me pregunta Sigyn, su cabello estaba suelto sobre sus hombros y tampoco tenía maquillaje.

— Tuve otra pesadilla con Helena.

— Eso no es novedad, siempre te sucede ¿no?

— Sí, pero esta vez fue diferente, me dijo algo que me dejó muy inquieto.

— ¿Qué cosa?

— Dijo que había llegado la hora de cumplir mi promesa de salvar a Lucía o yo también moriré.

La Obsesión del Dios del Engaño - Parte I, II y IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora