Capítulo 176: La madre de Freya

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Kaan está a mi lado en la cama con una lámpara encendida leyendo un libro que tiene una portada muy sugerente, todo indica que se trata de literatura erótica. Me acerco a él y apoyo mi cara en su brazo derecho, me aprovecho de la situación y acaricio su abdomen subiendo por su pecho.

— ¿Qué te pareció el bebé de Loki?

— Horrendo, además no paraba de llorar.

— ¿En serio nunca habías visto un bebé?

— Primera vez y última, apestan.

— Dime... ¿nunca has pensado en tener hijos?

El demonio deja de leer el libro para verme a la cara y explota de la risa.

— ¿Te imaginas yo con un hijo? Lo más probable es que termine intercambiándolo por una Coca-Cola y una pizza.

— ¿De verdad nunca lo has pensado?

— No... y no me imagino siendo papá.

— Yo si te imagino corriendo detrás de un Kaan pequeñito, porque seguro que será muy travieso, igual a su padre.

— Por todos los demonios del Hel... no te imagines eso. — Dice cerrando el libro y dejándolo en su velador.

— ¿Y por qué no?

— Porque amo mi libertad y no quiero cambiar pañales... pero no entiendo ¿a qué se deben todas estas preguntas?

— Loki me dijo algo que me quedó dando vueltas en la cabeza... él cree que debo olvidarme de mi hija, y que si mi sueño es ser madre que tenga a mis propios hijos y puede que tenga razón.

— Creí que seguías con la idea de buscar a tu hija en el multiverso.

— Aún no he desechado esa idea, ya tengo la llave para viajar por todos los universos, pero... quizás va siendo hora de dejar descansar en paz a mi bebé.

— Ahora que está viudo ya pueden volver a intentarlo y puede darte un hijo ¿no?

Apaga la luz de la lámpara y acomoda su almohada.

— No estaba pensando en Loki para ser el padre de mi hijo, pensaba en ti.

Puedo ver como los ojos de Kaan brillan en la oscuridad de la noche.

— ¿Si entiendes que un hijo nos unirá para siempre?

— Lo sé... pero tú... ¿estarías dispuesto a darme la felicidad de ser madre?

— Yo a ti jamás podría decirte que no Lucy, y si darte un hijo te hace feliz quiero ser parte de tu felicidad.

Me sostiene la mano y la besa.

Las palabras de Kaan siempre son diferentes a las de Loki, aunque sé que no debo hacer comparaciones entre ambos es casi imposible no hacerlo. Recordé cuando le pedí un hijo a Loki y él se negó y al final terminó embarazando a Sigyn.

— Igual supongo que tienes que meditarlo... aún sigue en pie el plan de buscar a tu hija en otro universo.

— Por supuesto.

— Pero si decides embarazarte te prometo que no cambiaré a nuestro bebé por una pizza.

— Qué bonito se oye... nuestro bebé. — Me acurruco a su lado y me abraza.

A la mañana siguiente voy a trabajar donde se está llevando a cabo la filmación de la película. Cuando llego al set de filmación ya habían comenzado a grabar una de las tantas escenas, Loki ya se encuentra sentado en su silla viendo como se realiza la toma.

La Obsesión del Dios del Engaño - Parte I, II y IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora