Capítulo 100 : Ojos escarlata.

704 69 61
                                    

↭ ✾ ↭ 

Ese día en la playa fue muy divertido, estuvimos bastante rato bañándonos en el mar, luego me tumbé en la tibia arena en una de las sillas de playa, me apliqué bastante protector solar porque mi piel es ultra delicada, a pesar de que me encontraba bajo la sombra de un quita sol debía protegerme o quedaría colorada como una jaiba.

El paisaje era tan maravilloso, el clima cálido, la pequeña brisa costera rosando mi cabello, fue tan relajante haber venido a este lugar, me fue de mucha ayuda para calmar mis nervios, relajarme y poner en orden mi cabeza, hasta aproveche de darme una siesta. Liam me despertó cuando el sol ya tenía intenciones de esconderse detrás del mar, recogimos nuestras cosas y volvimos al hotel, Susy y John ya se habían ido.

Cuando caminábamos me detuve frente a un muelle, caminé hasta el final de él sin pensarlo, me detuve a observar el hermoso ocaso, el cielo parecía estar teñido por completo de naranjo, las aves volaban agradecidas por otro día de vida, el viento me acarició el rostro y levantó mi cabello largo, alborotándolo más de lo normal, suspiré profundamente, vi a Liam posicionándose a mi lado para admirar el paisaje.

— El día que morí recuerdo que vi un paisaje muy parecido a este... y tú estabas ahí. — Le dije.

— Fue en el puente Brooklyn.

— En ese entonces tenía mucho miedo, pero a diferencia de ahora tenía muchos sueños y esperanzas en el futuro, hoy no tengo nada de eso, ni siquiera tengo miedo. — Liam agarra mi mano y hacemos contacto visual.

— Yo creo en ti, esos sueños y esperanzas volverán, lo sé.

— ¿Por qué confías tanto en mí?

— ¿En serio me harás decirlo? Te quiero... — Me sonríe nervioso. — y si te sirve de algo tú eres uno de mis sueños. — Me mordí el labio producto de la tensión, no sabía que decir.

— ¡Chicos! — Escucho la voz de Susy, salvada por la campana otra vez. — Vengan vamos a cenar al hotel. — Nos dice haciéndonos unas señas para captar nuestra atención acompañada de John.

Caminamos para salir del muelle hasta donde se encontraban nuestros amigos, regresamos al hotel para cenar, esta vez cenamos en la tarraza con vistas a la majestuosa noche, la luna dejaba caer su claro de luz sobre las aguas.

Esta vez todos pedimos salmón a la plancha, comimos y bebimos un par de copas.

— Propongo un brindis... — Dije con mi copa de espumante en la mano. — Por los futuros esposos.

— Y por todas esas bendiciones que están esperando venir al mundo. — Dice Liam, los cuatro chocamos nuestras copas.

— No tenemos planeando tener hijos. — Dice John.

— Queremos viajar por el mundo. — Nos explica Susy. — Lo hemos conversado y está descartado por el momento.

— Y yo que quería tener un sobrino. — Dice Liam con un tono de decepción.

— Pues adopta un perro.

— No es lo mismo Susy, quiero mecer un bebé, hacerle caras y contarle las historias de Asgard. — Mi amiga rueda los ojos.

— Lo siento amigo tendrás que esperar...— Dice John con una sonrisita. — A no ser que tu tengas tus propios hijos. — Liam suelta una risa, hasta el sonido de su risa es armónico.

— Aunque quisiera, no tengo con quien, no hay candidatas. — Se encoge de hombros.

— Lucy... ¿me acompañas al baño? — Me dice Susy.

La Obsesión del Dios del Engaño - Parte I, II y IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora