La Obsesión del Dios del Engaño - Parte I, II y III

Capítulo XV : La predicción

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Este capítulo puedo contener lenguaje soez, escenas sexualmente explícitas y violencia.

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— ¿Por qué estas llorando? —Dice agachándose preocupado con el entrecejo fruncido mientras se desliza un mechón de su cabello negro por su frente.

— Unos niños...—Sollozo. —de la escuela me molestan porque no tengo padres.

— Lucy no permitas que las palabras de los demás te afecten sé fuerte y jamás llores delante de ellos ¿entendiste? sécate esas lágrimas.

— Loki... ¿quieres ser mi papá? —Le pregunto con mi inocencia aún intacta que ansiaba tener una madre o un padre.

— No pero puedo ser tu amigo.

— ¡¿Para toda la vida?! —Vuelve el brillo a mis ojos y se forma una sonrisa en mi infantil rostro sonroseándose mis mejillas.

— Para toda la vida.

Hace tres días que no veo a Loki y pienso que es lo mejor, la puerta de mi habitación está custodiada por guardias que no me permiten salir ni siquiera al jardín ahora sólo puedo observarlo desde mi balcón. No sé cuánto más debo esperar para saber qué decisión tomó con respecto a mi futuro.

¿Volveré a la Tierra algún día? ¿Cómo estará Tom? ¿A dónde habrá escapado Liam? no tenía nada más que hacer en esa habitación más que oír mis pensamientos que retumbaban en mi cabeza una y otra vez. Últimamente he soñado con recuerdos de mi infancia que permanecían dormidos en mi interior y en todos ellos está Loki. Como cuando me prometió que seríamos amigos para toda la vida, sólo tenía cuatro años cuando me hizo esa promesa pero para mí fue importante y siempre creí en ella hasta ahora.

Repentinamente mis pensamientos se ven interrumpidos por una voz espectral que murmura mi nombre dentro de mi habitación pero no hay nadie ya era medianoche y no se escuchaba sonido alguno detrás de la custodiada puerta. La abro cuidadosamente y los soldados ya no estaban la misteriosa voz continua llamándome decido seguirla por el corredor a pesar de que mis rodillas tiemblan. Se detiene en el lujoso cuarto de las hechiceras la gran puerta se encontraba abierta invitándome a entrar.

— Te esperábamos ya habías tardado niña. —Dice la misma hechicera que me había examinado la vez anterior haciendo un gesto con su mano para que entre a la elegante habitación. — Ponte cómoda—Me muestra una silla con tapiz rojo y brazos de madera.

Tomo asiento frente a las otras dos mujeres maduras que se encuentran fumando su pipa de agua y exhalan el humo desde la comodidad de un largo sillón la hechicera de vestido negro con encajes toma asiento a mi costado.

— Primero que nada hay que presentarnos yo soy Madame Alice y ellas son mis hermanas, Dahlia —La que viste un vestido de seda amarillo. —Y Brenda —La que modelaba una larga prenda de terciopelo azul marino.

— Mi nombre es Lucía un gusto —Hago una pausa. — ¿Entonces ustedes me llamaron? supongo que saben a qué vine. —Digo enfática con los ojos brillándome por la curiosidad. Las brujas se miran entre ellas como decidiendo si estaban haciendo lo correcto el haberme convocado.

— Claro que sabemos vemos la curiosidad en tu rostro. —Madame Alice dirige su vista a hacia mí. — Se trata de la predicción que le hizo su madre al rey. — Vuelve a enunciarse un silencio por la expresión de confusión en mi pálido rostro.