La Obsesión del Dios del Engaño - Parte I, II y III

Capítulo 57: Fiesta de Halloween

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Me encuentro en un campo donde todo está cubierto por el césped verde y algunas flores silvestres brotan desde la tierra dotadas de belleza. El viento cálido de la tarde mece mi cabello haciendo que mechones rizados se me peguen en la cara, los quito hacia atrás para tener mejor visibilidad, percibo la silueta de una mujer rubia con un vestido blanco caminando por el pasto para mi encuentro. Ella se me queda viendo por unos segundos con sus perfectos ojos azules mientras cada hebra de su cabello es acariciado por el viento, su aura celestial se opaca cuando me da un certero golpe de puño en mi mejilla.

— ¡Auch! ¿por qué me golpeas?

— ¡Te dije que protegieras a mi hija! ¡No que te la cogieras! — Suspira cerrando los ojos y toma asiento en el pasto. Después de oír solo el roce del viento entre las hojas de los árboles irrumpo.

— Lo siento Helena... de verdad yo no tenía nada planeado... — Me siento al lado de ella. — las cosas fluyeron solas... y si es cierto, al principio solo veía a tu hija como un capricho que quería satisfacer, pero con el tiempo me fui acercando más a ella y ahora siento que es indispensable en mi vida... la quiero, quiero a Lucy más que a nada.

— Lo sé Loki... por eso te pedí que la protegieras.

— ¿Cómo es que lo sabes?

— Lo sé desde ese día que tocaste mi vientre, Lucía era tan pequeña ni siquiera nacía, pero ya te reconocía. — Se sonríe contando aquel recuerdo aún vivo en su memoria. — Y sé que tú también sentiste esa conexión aunque no me dijiste nada.

— Y siento ese vínculo cada vez que ella me ve con esa mirada dulce y me sonríe... si tan solo vieras en la mujer que se ha convertido Helena estarías orgullosa.

— Claro que la he visto, siempre estoy con ella, no físicamente lamentablemente... por eso tú debes cuidarla sabes que me lo debes...

— ¿Me perdonarás alguna vez?

— Ya te perdoné Loki. — Agarra mi mano. — o no estaría aquí hablando contigo, lo único que te pido es que protejas a mi hija por favor... — Su voz se torna acongojada y sus pupilas se ensombrecen de preocupación.

— Te prometo que protegeré a Lucía...— Sujeto sus manos. — Pero tienes que decirme ¿de qué tengo que protegerla? ¿o quién?

— No lo sé, pero es el presentimiento de una madre y no voy a poder descansar en paz hasta ver a Lucía a salvo.

— Te lo juro voy a cuidar de tú hija con mi vida si es necesario... no podría vivir en un universo sin ella.

— Vaya... — Me mira abriendo sus ojos más de lo normal.

— ¿Qué?

— Parece que no te das cuenta todavía... o en el fondo lo sabes, pero no lo quieres aceptar...

— ¿De qué hablas?

— Loki estás enamorado de mi hija... — Esboza una sonrisa amplia con innegable alegría en su mirada.

Siento que el corazón me va a explotar... vuelvo a la realidad despertando a oscuras en medio de la madrugada. Me incorporo en el suave colchón aun con el pecho agitado preguntando que fue ese extraño sueño. Estoy seguro de que Helena se está comunicando conmigo, quiere que proteja a su hija como sea y lo haré de eso no hay duda alguna. Pero también lo último que dijo... ¿podrá ser posible? que yo Loki Odinson Príncipe de Asgard, un Rey, quien quiso conquistar este planeta y ver a los mortales humillados a mis pies, ¿este enamorado de una humana?