Capítulo 144: Los planes de Lucy

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Camino en dirección a mi oficina, pero antes me detengo en la recepción.

— Rosemary... ¿tienes una caja?

— Déjame buscar... ¿Te sirve esta? — Me enseña una caja que está plegada, lista para armar.

— Me sirve gracias.

— ¿Todo está bien?

— Loki me despidió.

— Ay no... de verdad lo siento Lucy.

— Yo también y aunque mi relación con Loki no sea la mejor mi intención era terminar mi pasantía, solo me quedaban tres semanas para terminar.

— ¿Y qué piensas hacer?

— Ya estoy pensando en algo... bien te dejo para que trabajes. Ahora ya sabes para que cargo postulan las chicas que están allí

Regreso a mi oficina, armo la caja que me entrego Rosemary y comienzo a guardar mis cosas, que no son muchas. Mi taza con forma de gatito, una agenda con flores, lápices, un cuaderno y unos cuantos papeles que tienen anotaciones que no quiero perder. Por último, me acerqué al estante que está en un costado, ahí está la figura de Hello Kitty que me obsequió Jake, y boca abajo aún está el retrato mío y de Liam.

Lo sostuve entre mis manos y me pregunté qué será de él.

Acomodo esas ultimas cosas en la caja de cartón, cuando escucho que golpean y entran. Es Jake con sus gafas de lectura puesta, y una chaqueta abotonada de traje sin mangas. Luce muy formal, aunque trae los puños de su camisa arremangados y sus tatuajes se asoman en sus brazos.

Siempre es un placer para la vista este chico.

— Buenos días Lucy.

— Buenos días Jake.

— Aprobé el informe con el presupuesto que enviaste ayer para comenzar con los preparativos de la fiesta. — Se que quita las gafas.

— Con que no lo sabes... — Le digo mientras sigo guardando mis cosas.

— ¿Decirme qué? ¿Porqué estas guardando tus cosas? — Suspiro y le respondo.

— Loki me despidió.

— ¿Qué hizo qué?

— Como lo oyes... acaba de decírmelo, por eso estoy desocupando este escritorio.

Jacob se presiona la sien con ambos índices, intentando no alterarse.

— Justo se le ocurre despedirte ahora cuando más trabajo tenemos, yo no puedo organizar solo la fiesta de la compañía, además tú eres la experta, la que tiene los contactos y la que sabe todo.

— Lo siento Jacob, mi estadía aquí terminó...y lo que más lamento es no haber terminado mi práctica, tendré que buscar donde hacerla.

— Pero eso no es justo, solo te quedaban tres semanas.

— Prefiero no pensar en eso, aun no controlo bien mis poderes y si mi estabilidad emocional se va al demonio aquí todos morirán.

Jake tragó nervioso.

— ¿Quieres que te traiga una agüita de valeriana?

— No gracias, ya tengo que irme.

Termino de cerrar la caja y la sostengo con una mano, me cuelgo mi bolsa en el hombro. Salimos de la oficina y cierro la puerta con llave, camino acompañada de Jake hasta la recepción y le entrego las llaves a Rosemary.

La Obsesión del Dios del Engaño - Parte I, II y IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora