La Obsesión del Dios del Engaño - Parte I, II y III

Capítulo 163: Amor en el multiverso

∙ ~ Tierra 839  ~ ∙

Varios días después.

Con el pasar de los días, Loki y Lucy comenzaron a trabar una amistad inusual para ambos. Ella es como el día, cálida y luminosa, amable con todo el mundo y siempre con una sonrisa en su rostro. Él es como la noche, oscuro y con muchos misterios guardados para sí mismo, introvertido pero encantador, y hechicero como la más resplandeciente luna llena.

La chica se esmera amasando la masa que tiene sobre el mesón, la estira y con moldes de conejito va cortando las galletas, y colocándolas en la bandeja del horno que ya está precalentado. Pasado el tiempo de cocción Lucy retira la bandeja con las galletas perfectamente doradas, el aroma se expande por cada rincón del salón de cocina. Deja las galletas enfriándose para derretir el chocolate a baño maría en una pequeña olla.

Su concentración se vio irrumpida al oír las risitas de sus compañeras, ella levanta la vista y ve a Loki entrando al salón con lentes de sol, su uniforme azul marino y esa caminata que enloquece a las estudiantes.

— Que exquisito aroma tienen esas galletas, me pregunto ¿quién será el afortunado en probarlas?

— Tú ya sabes para quien estoy horneando estas galletas.

— Para él chico del que estás enamorada.

— Hoy es San Valentín, es el día perfecto para confesarle mis sentimientos.

— ¿Me das una galleta? — Pregunta Loki acercando sus dedos a la bandeja, pero Lucy es más rápida y le da una palmada a su mano.

— ¡No toques!

— Auch... que tacaña eres.

— ¿Para que quieres probar mis galletas? Vas a recibir muchas, la mitad de la escuela está horneando galletas para ti.

— No me interesan las demás, solo quiero probar las que horneaste tú.

— ¿Y eso por qué? — Lucy arruga la frente.

— ¿De verdad no te das cuenta?

Ella niega con la cabeza.

— Además de enojona eres despistada.

— Ya deja de ponerme apodos, mejor vete Loki me desconcentras.

— Me voy solo si me das a probar una.

— Está bien.

Escoge una galleta de conejito de la bandeja, y la sumerge en el chocolate. La coloca en papel mantequilla esperando que se seque, luego comienza a decorarla con mangas pasteleras y betún de colores, haciéndole los ojos y los bigotes al conejito y demás detalles.

— Feliz día de San Valentín Odinson. — Lucy le entrega la bonita galleta envuelta en papel.

— Ahora es cuando me confiesas tu amor. — Loki le sonríe pícaro mientras la chica rueda los ojos.

— En tus sueños... ya pruébala.

Loki le da el primer bocado al conejito y esas notas chocolatosas se mezclan con la textura suave de la galleta.

— Que delicia, ese tipo sí que tiene suerte. — La joven sonríe y da un brinquito al ver que sus galletas quedaron deliciosas.

— Ya vete Odinson, tengo que seguir decorando.

— Te veo luego Enojona.

Después de que la joven terminó de decorar con prolijidad cada galleta, las guardó dentro de una caja rectangular de color dorado y la decoró con un moño rojo. Las clases acabaron y todos recogían sus cosas para retirarse a sus casas, pero algunas estudiantes aprovecharon la ocasión para ir obsequiarle a su crush sus galletas horneadas.