Capítulo 173: Freya y Jake

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∙ ~εïз~ ∙ 

Desde el momento en que abrió la puerta noté esa mirada extraña.

Sus ojos me vieron con tristeza y pena.

Se acercó a mí buscando refugio en mis brazos, abracé su cuerpo mientras escuchaba como se desahogaba en mi pecho.

Y no hay nada que me oprima tanto el corazón que verla llorar.

— ¿Qué sucede?

— Estoy bien. — Dice secando sus lágrimas.

— No, no estas bien...

— Estaré bien, no te preocupes... necesitaba desahogarme y tu abrazo fue reconfortante, gracias. Mejor dime... ¿sucedió algo con Freya?

— No, ella está bien... con mucha energía, nunca se cansa de correr y saltar esa niña.

— ¿Entonces?

— Iré a hacerle una visita a mi hermanita, tiene mucho que explicar... y por eso estoy aquí, quiero que me acompañes.

— Está bien, vamos.

Lucy abrió un círculo de chispas que nos dejó directo en la entrada del Palacio. Caminó hacia la entrada, pero yo dudé en hacerlo, al parecer ella ya está muy familiarizada con estos terrenos, no veo ningún atisbo de duda o inseguridad en ella.

Las puertas se abrieron para nosotros y caminamos hacia el salón del trono donde la reina del Infierno nos está esperando.

— Hela...

— Lucy... no esperaba tu visita.

— No es una visita de cortesía y lo sabes, aunque... a quien le debes muchas respuestas no es a mí, es a Loki.

— El pequeño monstruo ya está contigo ¿no? — Me dice.

— Donde siempre debió estar, al lado de su padre... y no importa cuantas bestias envíes para capturarla y alejarla de mí, no dejaré que nos vuelvas a separar.

— En ese caso, tendré que ir yo por ella.

— No dejaré que separes a la niña de su padre. — Interviene Lucy.

— ¿Me estas desafiando Lucía?

— No tengo intenciones de enfrentarme a ti, solo deja que Freya crezca al lado de Loki.

— Ahora explica... ¿por qué Freya estuvo contigo todos estos años? ¡¿Por qué jamás me enteré de su existencia?! ¡Si ella no hubiera escapado de este agujero seguiría ignorando que tengo una hija!

En la cara de Hela solo hay una expresión vaga, no creo que acceda a darme las respuestas que vine a buscar. En cambio, el fiel perro de la reina baja la mirada casi avergonzado y sintiendo culpa.

— Freya es hij...

— ¡Fenris! — Le grita Hela.

— Mi reina... ya no tiene caso seguir ocultándolo, lo que más temíamos ya ocurrió, Freya escapó y ya está con su padre solo falta que se reúna con su madre.

— ¡¿Tú sabes quién es su madre?! ¡¿Quién es?! ¡Ya respondan!

Hela bastó con una mirada para fulminar a Fenris para que este se quede totalmente callado.

— No te diré absolutamente nada... — Se levanta del trono. — y en vez de exigir respuestas deberías estarme agradeciendo de rodillas porque le devolví la vida a tu hija. — Me dice muy de cerca.

Se da la vuelta alejándose y se pasea.

— Dicho esto, no hay nada más que hablar, gracias por la visita.

La Obsesión del Dios del Engaño - Parte I, II y IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora