Capítulo 146: El nuevo acuerdo con Hela

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∙ ~εïз~ ∙ 

Me levanté temprano y me di una ducha, bajé hasta la primera planta para desayunar. Sigyn ya se encuentra sentada a la mesa mientras Lizzy le sirve el té.

— Buenos días.

— Buenos días. — Me saludan ambas.

— ¿Dónde está Jake? — Le pregunto a Lizzy.

— No llego a dormir señor.

— A ese muchacho cada vez lo veo menos.

— Quizás tiene una novia y está con ella. — Me dice Sigyn.

— Ni siquiera sé si tiene una novia, al menos que avise en donde se quedará.

— Loki, él ya es un hombre... debe estar bien.

Mi teléfono suena.

— Buenos días Verity. — Sigyn me observa de reojo. — Si, ya voy saliendo a la oficina... nos vemos.

— Esa mujer ni siquiera te deja desayunar en paz.

— Solo hace su trabajo.

— Para ser solo tu secretaria se da muchas atribuciones...

— No solo mi secretaria, es mi mejor amiga.

— ¿Amiga o amante?

— ¿No crees que es muy temprano para empezar con tus celos? además no tengo porque explicarte nada.

— Claro solo soy la incubadora de tu hijo... — Estrello mi mano contra la mesa.

— ¡Que no pueda desayunar en paz!

— Me retiro para que el señor desayune a gusto. — Se levanta de la mesa. — Mañana invita a Verity para que desayunes con ella.

Sigyn se va a su habitación.

— Se me quitó el apetito. — Le digo a Lizzy quien se disponía a servirme el café.

Me levanté de la mesa y me acerqué a la salida.

Me coloqué mi chaqueta y salí de la mansión, escogí uno de mis vehículos del estacionamiento, el descapotable negro fue el elegido además combina con mi traje. Encendí mi vehículo y ajusté mis gafas de sol, e hice ronronear el motor, pero antes de ir a la compañía tenía que hacer una parada importante.

Me estacioné frente a la entrada del Sanctom Santorum, empujé la puerta y entré hasta el vestíbulo.

— Strange... — Dije en voz alta. — Tenemos que hablar.

El hechicero aparece de la nada sentando en uno de los antiguos sillones de la sala leyendo un libro.

— Parece que no has entendido que no eres bienvenido aquí Loki.

— Estoy aquí por motivos de fuerza mayor...

— ¿Es verdad lo que dicen en la televisión? ¿qué engañaste a Lucía?

— No la engañé, eso pasó mucho antes de que ella y yo volviéramos a retomar lo nuestro.

— ¿Y por qué ella no responde mis llamadas?

— No lo sé... quizás está muy ocupada recibiendo su dosis de colágeno.

Strange por primera vez deja de prestarle atención a las páginas de su libro y me mira.

— De todos modos, no estoy aquí para hablar de Lucy... estoy aquí para hablar de otro tema que me tiene preocupado.

— Ya ve al grano Loki, no tengo toda la mañana.

La Obsesión del Dios del Engaño - Parte I, II y IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora