Capítulo 154: Entrada al infierno

352 62 84
                                    

✧♛✧

Al despertar no encontré a Kaan a mi lado, fui a darme una ducha y cuando bajé hasta la cocina había una nota.

Bitchin... tuve que salir, no te quise despertar.

Cuando regrese te explico.

K.

Al lado de la su letra inicial hizo un dibujo de un diablito con lápiz rojo.

Parece la nota de un niño.

Volví a mi cuarto y me senté en el tocador, me vestí con unos jeans ajustados y un top blanco que queda sobre mi ombligo, cepillé mi cabello que está mas largo que nunca y me coloqué maquillaje sutil en el rostro.

Regresé a la cocina y me preparé el desayuno, unas tortitas con arándanos y miel.

Bebía mi primer café del día cuando el timbre sonó. Dejé la taza sobre el platillo y me levanté a abrir deseando que me traiga buenas noticias y no un dolor de cabeza.

— Hola... te estaba esperando.

— Hola.

— Adelante.

Entra inspeccionando todo como si quisiera saber si hay alguien más aparte de mí en el dúplex.

— No te preocupes, Kaan salió estoy sola. — Noto que Tommy le da la bienvenida olfateando sus lustrosos zapatos negros y frotándose en sus pantorrillas.

Todavía lo recuerda.

— ¿Interrumpí tu desayuno? — Dice viendo la encimera con mi platillo de tortitas a medio comer y el café servido.

— Sí... no creí que vendrías tan temprano... ¿quieres un café?

— No, gracias... debo irme pronto a la compañía, ¿ya viste la portada de esta revista? — Me entrega una revista muy conocida.

En la primera plana aparece una foto de nosotros, justo cuando Loki anoche me besó la mano, acompañada de un título: ¿Se reconciliaron?

— Era de esperarse. — Digo tomando la revista en mis manos, hojeo las primeras páginas y hay más fotos de nosotros juntos conversando y también con Kaan.

— En esa revista aseguran que nos estamos reconciliando.

— Que digan lo que quieran, tú y yo sabemos que no es cierto. Además tú lo estas intentando con Sigyn...— Lanzo la revista hacia la mesa de centro. — Bueno, no viniste a dejarme esa revista.

— Es cierto, vine a entregarte esto. — Chasquea sus dedos y aparece un sobre amarillo tamaño carta, me lo entrega.

— ¿Qué es?

— Por favor léelo.

Abro el sobre misterioso y deslizo los documentos hacia arriba, de inmediato reconocí el logo de la Universidad a la que asistía, y donde estaba cursando el último año de mi carrera en Administración de Empresas.

Le di una mirada al Dios intrigada, pero volví a prestar atención a las líneas que están esas hojas. En pocas palabras, en esa carta dirigida hacia a mí, el Rector de la Universidad me dice que mi pasantía fue aprobada con la calificación máxima, y que puedo continuar con mi tesis para así ir a mi examen de título.

— ¿Es real?

— Por supuesto.

— Entonces... ¿ya puedo comenzar mi tesis... y luego titularme?

— La práctica profesional que hiciste en la compañía fue validada por la institución de estudios, así que no tendrás que repetirla.

Sonrío y vuelvo a leer para saber si no estoy soñando.

La Obsesión del Dios del Engaño - Parte I, II y IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora