Capítulo 78: Sí, ella es mi reina.

980 110 193
                                    

≪ Casi 4 mil palabras, aprecien mi esfuerzo <3 ≫

⊱◈◈◈⊰

Loki ven al agua conmigo. — Le digo alzando la voz.

Mis pies están sumergidos entre las aguas cálidas del mar. Puedo sentir el sonido del oleaje, el cantar de las aves, el viento rozando mi piel y levantando mi cabello. Veo al Dios del Engaño acercándose a mi lado, rodeo su cuello con mis brazos y dejo un profundo beso en su boca, solo nos separamos para volver a inhalar oxígeno. Él me carga en sus brazos llevándome hasta una casa, deja caer mi cuerpo en el primer sofá de la sala, sube su cuerpo al mío, frotando su erección contra mí. Jadeo inquieta, ansiosa por tenerlo dentro de mí, alboroto su cabello con mis dedos mientras el le presta atención a uno de mis senos con su boca, sus manos viajan por mis piernas intentando llegar a mi centro, gemí dichosa mientras el corre la parte de inferior de mi bikini hacia un lado, siento su caliente miembro adentrarse por mi sexo.

Desperté a oscuras, jadeando, con el corazón inquieto, y con una sensación incomoda entre las piernas. Se sintió tan real que desperté hasta húmeda por culpa de ese sueño, volví a recostarme dándome la vuelta, pero no funcionó, no logré conciliar el sueño. Salí de mi habitación descalza a respirar el aire frío de la noche, me desplacé hasta el corredor principal hasta llegar al final, me encontraba frente a la imponente puerta de la habitación del rey, la empuje y entré. Baje los escalones a oscuras intentando no tropezar con nada, las lunas se asomaban por la ventana así que había algo de iluminación. Me acerqué hasta su cama, él dormía profundamente solo cubierto por esa sábana de seda que envidié tanto.

— Loki... — Susurré para no espantarlo. — Loki...

— Mmm... — Dice aun dormido.

— Puedo dormir aquí contigo... por favor...— Abre los ojos y se encuentra con mi cara.

— Lucía ¿qué haces aquí? — Se incorpora sentándose.

— ¿Puedo dormir aquí?

— No.

— ¿Porque no?

— Por que no es correcto, aun no recuperas tu memoria.

— Tuve la misma pesadilla. — Mentí. — Por favor no quiero dormir sola. — El Dios se me queda viendo.

— Está bien... — Dice pellizcando mi nariz. — Busca otro cobertor para cubrirte.

— ¿Pero para qué? Si puedo dormir en las sabanas contigo

— Estoy desnudo, así que tú dormirás encima de la ropa de cama.

— Está bien... — Arrugué el entrecejo.

Fui por un cobertor color esmeralda que saqué desde su walk in closet. Me recosté a su lado mientras me tapaba, él no dejaba de mirarme con esos ojos tan intensos.

— ¿Porqué me respetas tanto? No me digas que ambos somos vírgenes y nos estamos guardando para la noche de bodas. — Él sonríe ante mi posible hipótesis.

— No...

— Entonces... ¿tú y yo si hemos intimado?

— Por supuesto que sí.

Entonces mi sueño fue un recuerdo.

Acorto la poca distancia que hay entre nosotros hasta hacerse nula, coloco mi cabeza en su pecho, temiendo a ser rechazada. Pero me abrazó entre sus fuertes brazos, me sentía tan segura allí que el sueño fue ganándome poco a poco hasta quedarme dormida. A la mañana siguiente, despierto, doy un bostezo mientras intento encontrar a Loki con mi vista, pero no está, sale del baño desnudo frotándose su cabellera con una toalla blanca. Me quedo con la boca abierta viendo su figura, pero sobre todo su virilidad que en cuanto a tamaño está muy por encima del promedio. Tragué saliva, un súbito calor me invadió y el deseo de sentir a ese hombre se hacía cada vez más fuerte.

La Obsesión del Dios del Engaño - Parte I, II y IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora