Capítulo 171: ¿Quieres ser mi mamá?

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  — Freya, Freya... — Le dice Loki palpando sus mejillas.

— Loki tienes que calmarte.

— ¡¿Cómo quieres que me calme?! ¿Y si está grave?

— Está respirando, solo está cansada... ven vamos, hay que llevarla con Strange.

Creo un portal de chispas directo al vestíbulo del Santuario. Loki carga a la niña envuelta en una cobija color lila que traía.

— Stephen necesitamos tu ayuda... la niña está enferma y no sabemos que tiene.

Nos trasladamos hasta un cuarto en el segundo piso, es una habitación clínica donde hay todo tipo de artilugios médicos, es el mismo lugar donde Strange me hacia las ecografías cuando estaba embarazada.

Dejamos a la niña sobre la camilla, Loki y yo nos quedamos atrás viendo como la examinan.

— Está muy deshidratada. — Dice viendo sus ojos con una pequeña linterna. — ¿Ya le diste de tu flama?

— Lo intentamos, pero vomitó el agua.

— Entonces hay que administrársela por vía venosa.

Stephen se acerca a un estante de donde obtiene una bolsa de suero fisiológico, también una vía venosa para administrar el líquido. Mientras introduce la vía en el bracito de Freya yo me encargo de la bolsa de suero, deposito el suero en una bandeja y le doy mi flama sanadora la que es absorbida por cada molécula. Volvemos a verter el líquido en otra bolsa para colgarla y que empiece a fluir por las venas de la niña.

— Tenemos que esperar, en unos minutos ella se recuperará. — Veo como Loki suspira aliviado.

— ¿Pero qué es lo que tiene?

— Habrá que hacerle algunos exámenes médicos para descartar cualquier enfermedad, pero lo más probable es que el cuerpo de Freya se está acostumbrando a la presión atmosférica de la Tierra, y aunque no haya presentado síntomas cuando llegó su cuerpo se resintió.

Loki y yo esperamos afuera del cuarto, mientras el suero sigue haciendo su trabajo en el cuerpo de la niña.

— Ya escuchaste a Stephen no es nada de gravedad.

— Aun así, la ansiedad no quiere dejarme, supongo que es normal cuando eres padre.

— Totalmente, ya eres todo un papá luchón.

— Y muy pronto seré un padre divorciado.

— ¿Tú y Sigyn... ?

— Sí, ella y yo nos divorciaremos en cuanto nazca el bebé.

— ¿Es definitivo?

— Ella misma me pidió el divorcio, pero lo peor de todo es que se llevará a mi hijo con ella.

— ¿Estás seguro de que no se puede hacer nada?

— Creo que no, ya está decidido y de verdad no quiero que mi hijo crezca lejos de mí, intenté todo para darle una familia, me casé con alguien que no amo y renuncié al verdadero amor solo por ese niño, y al final no sirvió de nada.

— No sé qué decirte.

— No es necesario que digas nada, con tus acciones me basta, gracias por siempre estar para mi hija, ella realmente te adora.

— Y yo a ella... Loki, ¿mañana puedo ir a verte a tu oficina?

— Desconozco si vaya mañana a trabajar, todo depende de cómo evolucione Freya.

La Obsesión del Dios del Engaño - Parte I, II y IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora