Capítulo XXIV: La primera cita y ¿celos?

3.9K 307 321
                                    

                                                             ⇜✫⇝✫⇜✫⇝✫⇜✫⇝✫⇜✫⇝✫

Advertencia : 

Este capítulo puede contener escenas sexualmente explícitas, lenguaje vulgar o violencia. +18

Capítulo de larga duración ¡disfruten!

                                                       ⇜✫⇝✫⇜✫⇝✫⇜✫⇝✫⇜✫⇝✫


[...]


— ¿Entonces esta es nuestra primera cita? —Dice con su sexy voz ronca meneando el hielo junto en su vaso. Presiento que esta noche será difícil poder contener el deseo que siento de probar el sabor del whisky de su boca.

— Sí, es nuestra primera cita señor Loki. —Bebo el último sorbo, mi vaso queda vacío.

— ¿Te sirvo más? — Dice el atractivo Dios queriéndome cautivar con sus verdosos ojos.

— Uno más y nos vamos, mañana tengo que trabajar y no quiero emborracharme.

— No creo que con tres vasos de whisky te embriagues.

— Ya estoy un poco mareada pero te ves aún más atractivo.

— Así que te parezco atractivo que interesante ¿y que más piensas de mí? —Que muero por tocarte, pensé.

— Eres sexy, atractivo, pero engreído aunque lo entiendo con ese rostro de ángel que tienes cualquiera lo sería. —Bebo otro sorbo dejando mi trago hasta la mitad.— Aunque tú y yo sabemos que de ángel no tienes nada... eres el diablo.

— Si yo soy el diablo entonces tú eres Eva. — Me da esa sonrisa maliciosa.

Esa sonrisa malévola y encantadora que quiere envolverme, arrastrarme a sucumbir en sus brazos y esa tentadora boca que no puedo parar de desear. Tiene razón me siento como Eva siendo tentada por la serpiente a morder el fruto prohibido pero es que en esta versión la serpiente o el diablo es tan condenadamente sexy que me será tan difícil resistirme.

— Ya es tarde ¿nos vamos? —Digo.

Loki y yo salimos del bar caminamos unos cuantos metros por la calle hasta una esquina junto a un callejón, por arte de magia se abre un portal de color azul aún no lo había cruzada pero podía ver que daba precisamente hasta la sala de mi apartamento. El Dios me hace un gesto con la mano para que pase primero queriendo aparentar que es un caballero, el viene detrás mí. Quito mis zapatos para pisar la peluda alfombra bajo mis pies y sentirme más cómoda. Seguía mareada por los tres vasos de whisky que bebí pero no me importaba estar medio borracha junto a él. Ambos nos sentamos en el mismo sillón a punto de producirse lo inevitable no sé si era el efecto del alcohol o mis ganas escondidas queriendo al fin ser liberadas de su prisión.

— ¿Te sientes bien? Loki me ve con sus hechiceros ojos tan de cerca.

— No es nada sólo estoy un poco borracha. —Digo abrazándolo y colocando mi rostro en su hombro. Sentir tan de cerca su perfume era como estar en el Valhalla. Siento su mano recorriendo mi cara, nuestras frentes vuelven a tocarse, cierro los ojos y saboreo sus finos labios al fin.

Nuestro beso se vuelve impetuoso atiborrando de fuego, sentía que me ardía la piel bajo la ropa, nuestras bocas chocaban jadeantes queriendo seguir besándose por el resto de la noche. Una de sus manos apretaba mi pecho izquierdo por encima de mi blusa y mi falda había subido hasta mis muslos mientras su lengua y sus labios recorrían suave por mi cuello hasta mi clavícula, en una mezcla exquisita de deseo y lujuria que hacían que mi entrepierna palpitara.

La Obsesión del Dios del Engaño - Parte I, II y IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora