Capítulo 47: La sumisa en acción

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Por favor lean este capítulo con la mentalidad bien abierta, si no es así mejor no lo lean.

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A la mañana siguiente.

Giro sobre la cama entre abriendo los ojos, ahí está él parado en la puerta ya vestido con una camisa blanca y sus pantalones de color negro tan seductor como siempre.

— Buenos días princesa. — Corre las cortinas dejando entrar la luz del sol, cojo una almohada y se la lanzo. — Levántate, dúchate, te espero en la cocina, ah y ve desnuda.

Si dice que vaya desnuda significa que algo trama. Me levanto y dejo caer el chorro de agua caliente sobre mi cuerpo, me seco rápidamente y tal como me lo ordenó bajo desnuda por la escalera hasta llegar a la cocina. Ahí está mi amo esperándome muy natural sentado en uno de los banquillos leyendo el periódico, me ve entrar y su mirada intimidante recorre todo mi cuerpo. Es la mirada que toda mujer desea de su hombre, que te hace sentir hermosa y deseada. Me hace un gesto con su mano para que acorte la distancia, quedamos frente a frente. A estas alturas la palabra pudor ya no está en nuestro lenguaje, con él me siento segura y la zorra más sexy que puede existir.

— Nunca me cansaré de admirar tu belleza. — Sujeta una de mis manos y con su otra palma sostiene mi mejilla mientras su dedo pulgar roza mi labio inferior. Me sonrojo inevitablemente. — Quiero que me hagas el desayuno usando esto. — Me coloca un delantal de esos que usan las empleadas del servicio doméstico. Obviamente el delantal no me cubría mucho, mi trasero igual quedaba al aire al igual que mis pechos, supongo que era una fantasía que quería cumplir el Dios.

— ¿Qué quiere desayunar Amo?

— No lo sé, sorpréndeme.

— ¿Dulce o salado?

— Dulce.

Lo primero que se me vino a la mente con dulce fue unos hot cakes con fruta y crema, increíblemente el refrigerador no estaba vacío, y la despensa tenía de todo. Vierto la mezcla en la sartén meneándolo tomándolo del mango, lo vuelvo a poner en el fuego hasta que es hora de voltear el primer hot cake, con habilidad lo volteo dentro mismo sartén lazándolo al aire. Tengo mis ojos en el sartén pero sé que él me está observando atento, a cada paso que doy, voy hasta el refrigerador me agacho hasta el cajón de frutas dejando levantado mi culo y con suavidad me incorporo.

— ¿Me estás seduciendo zorrita?

— Si Amo.

— Lo estas consiguiendo, me tienes duro como una roca.

Sonrío y muerdo mi labio intentando picar la fruta sobre la tabla, exprimo naranjas para el jugo esperando que hierva el agua. Con el desayuno listo me dispongo a servirle, colocando cada cosa frente a él en su lugar, la taza de té, la torre de hot cakes con crema frutillas y durazno y el jugo de naranja. Me paro a un costado esperando que lo pruebe.

Loki es muy arisco con la comida de humanos, tendré suerte si come más de la mitad. Parte con el cuchillo la torre de hot cakes, llevando el tenedor a su boca.

— Delicioso.

— Gracias Amo.

— Ven siéntate. — Me indica una de sus piernas, podía ver como su erección se marcaba en su pantalón. — Abre la boca. — Me da un trozo de hot cake con crema. Mastico de inmediato y si, estaba muy bueno. — Ahora dame tú.

La Obsesión del Dios del Engaño - Parte I, II y IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora