Capítulo XXXII: ¿Esto quieres Lucía?

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Advertencia:

Este capítulo puede contener lenguaje soez, violencia o escenas sexualmente explicitas.

Espero que lean con la mentalidad abierta pero si son sensibles mejor no lean.

+18

Capítulo de larga duración , disfruten :)

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[...]

El Dios caballerosamente me abre la puerta de su automóvil entregándome su mano, me agarro de ella descendiendo del vehículo mirando la imponente mansión que se encuentra frente a mis ojos. Era una mansión groseramente enorme, luces brillantes la iluminaban por completo haciendo de ella la "casa" más grande de lugar, una reja de hierro sólida se interponía como una impenetrable barrera de seguridad, sin mencionar los hombres que escoltaban la entrada que eran el doble del tamaño de Loki.

El Dios sujeta mi mano guiando mis pasos hasta la barrera de hierro, mientras mi cabellera se mece con el cálido viento, nos acercamos hasta la entrada. Un hombre de piel negra, casi de dos metros de alto, musculoso, muy bien vestido de corbata y saco oscuro nos recibe.

- Buenas noches señor Loki, es un verdadero honor volver a verlo y tenerlo de visita. Nos honra con su presencia. - Habla el hombre dirigiéndose a Loki con respeto, mientras baja el arma que sostiene en sus manos colocándola en su cintura.

- Buenas noches Rick, necesito ver a tu señor ¿se encuentra en casa?

- Sí señor, puede pasar usted siempre es bienvenido.

El hombre llamado Rick hace un gesto con su palma a los demás para que abran la colosal reja, ellos obedecen enseguida dejando la entrada libre para nuestro ingreso. Loki me sigue sosteniendo con fuerza llevándome tras de él, caminando puedo ver que todos los tipos se encuentran armados y mientras más nos acercamos a la mansión más sujetos con pistolas nos esperan. Rick que no se ha despegado ni un solo momento de nosotros habla por su celular caminando delante.

Después de unos cuantos minutos de caminar por la entrada rodeada de palmeras, césped y animales exóticos, llegamos hasta la puerta de la mansión. Subo por los escalones blancos de mármol haciendo sonar mis tacos, Rick nos abre la puerta con una sonrisa. El Dios me hace un gesto para que pase primero, ante mis ojos hay una sala de paredes blancas al igual que el suelo, ligeramente decorada con obras de arte y flores del mismo color. Era una decoración minimalista, simple pero muy elegante. Rick nos hace esperar un momento en aquella estancia, mientras me dirijo a ver una escultura de piedra de una mujer desnuda, muy parecida a las esculturas de Grecia, me preguntaba si era una imitación o si era genuina.

- Pasen por favor... el jefe los está esperando. - Añade Rick llamándonos desde otro extremo de la sala.

Ingresamos y me encuentro con otra sala pero esta era dos veces más grande que la anterior. Tenía sillones de terciopelo negro con decoraciones doradas, un bar a un extremo totalmente de cristal y una fuente de la cual emanaban chorros de agua haciendo un relajante sonido que se extendía por todo el lugar.

- ¡Bienvenido viejo amigo! ¡Un placer volver a verte! ¿Dime hace cuánto no nos vemos? - Un hombre de cabello negro y barba perfectamente recortada de unos cuarenta años sale a nuestro encuentro. Traía una camisa blanca que marcaba perfecto sus músculos y unos pantalones de tela color gris, todo por supuesto de marca y una cadena de oro colgaba de su cuello hasta su pecho.

La Obsesión del Dios del Engaño - Parte I, II y IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora