Capítulo 54: El cumpleaños soñado

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[...]

No deberías llorar en el día de tu cumpleaños.

Loki...— Dije dejando a un lado la almohada que estaba abrazando y seco mis lágrimas. — Creí que no vendrías, tengo pena... a todos a mis amigos en la escuela sus padres les celebran sus cumpleaños, si mis papás estuviesen aquí estoy segura de que harían una fiesta para mí. — Entre sollozos le entrego una antigua foto donde aparece mi madre y yo posando al lado de un pastel de cumpleaños con una vela encendida que tenía la forma del número 1. Mi abuela paterna era muy severa y estricta, no podía entender su frialdad hacia mí, tan solo era una niña. Jamás me celebró un cumpleaños, nunca me dio un beso ni un abrazo, y eso me hizo aferrarme más a Loki, que a su peculiar modo me daba afecto. — Lo ves... — Digo mientras el Dios analiza la foto de cerca.

A veces en la vida no podemos tener todo lo que deseamos...— Me devuelve la fotografía. — Pero cuando seas grande podrás celebrar todos los cumpleaños que quieras y además...como hoy es un día especial cumpliré cualquier deseo que me pidas.

¿Cualquier cosa que yo pida? — Digo entusiasmada como cualquier niña de 10 años.

Si lo que desees.

¡Quiero una muñeca con rizos rubios, sombrero y un vestido con encaje!

Loki con un movimiento mágico de su mano hace aparecer una muñeca idéntica a la descripción que hice. Mis ojos se expanden de la emoción y una sonrisa infantil delata mi felicidad. Abrazo a la a muñeca destinada a convertirse en mi mejor amiga ya que en mi soledad ella sería mi compañera.

Tienes que ponerle un nombre a tu muñeca.

¡Helena! ¡Como mamá! — Loki se levanta de mi cama para marcharse. — Loki... ¿tú eres mi hada madrina?

Soy tu amigo... — Se acerca a mí agachándose para quedar a mi altura. — No llores más ¿sí? volveré pronto. — Su imagen se desvanece entre luces.

La casa estaba iluminada completamente por luces de diferentes tonalidades, globos plateados y dorados adornaban cada rincón de la sala, también la larga mesa decorada con adornos florales y sillas muy ordenadas se extendían por el piso de mármol, en ellas se encontraban finos cubiertos de plata junto a una vajilla de porcelana que esperaba la exquisita cena de la noche. Había pavo, filete, caviar al gusto del comensal para que pueda escoger. Mozos reparten bocadillos y el champagne francés burbujeante servido en hermosas copas de cristal no puede faltar. Sin duda todo era muy elegante y lujoso, Loki no me escuchó cuando le indique que quería algo sencillo sólo con mis amigos, pero debí imaginarme que él no me haría caso, el prefiere las grandes fiestas con cenas formales, bocadillos por doquier y muchas personas.

Gente desconocida llegaba en carros muy costosos, todos me saludaban como si me conocieran muy bien, al parecer todos son conocidos del Dios, por fin distingo a alguien que conozco del círculo de mis amistades.

— ¡Trueno! — Brinco abrazando fuerte su espalda.

— ¡Lucy feliz cumpleaños! — Me entrega una pequeña cajita con un moño dorado. — Me enteré de lo que te sucedió pero te veo muy bien.

— Si estoy bien... lista para embriagarme esta noche.

— ¡Feliz cumpleaños bonita! — Aparece Liam apretándome entre sus brazos con emoción, fue imposible no ponerme nerviosa ya que Loki podía estar presenciando lo afectuoso que es el chico asgardiano. — Me entrega un obsequio.

— Gracias Liam. — No me esperaba ver a Liam, dudo mucho que el Dios del engaño se haya dado la molestia de invitarlo.

— ¡Feliz cumpleaños amiga! — Aparece Susy detrás de Liam se acerca y me abraza muy fuerte. — que cumplas muchos años más y no nos hagas pasar otro susto.

La Obsesión del Dios del Engaño - Parte I, II y IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora