Capítulo 128: Traición descubierta

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∙ ~εïз~ 

Mi teléfono vibro y me removí en la cama, ya eran más de las 8 de la mañana. Estiré mi mano para tocar el cuerpo del Dios, pero ya no estaba, me senté en la cama y su figura apareció por el umbral de la puerta, traía su cabello mojado, permanecía descalzo y solo lo cubría su pantalón, su pecho y sus brazos estaban desnudos para el deleite de mi vista.

— Buenos días.

— Buenos días.

— El desayuno está servido... ¿tienes hambre verdad?

— Muchísima.

— Entonces ven. — Me estira su mano.

Me levanto de la cama y alcanzo su mano, corre la silla para mí.

— ¿Café? — Me ofrece levantando la cafetera.

— Por favor.

— Por unos dólares más mande a que trajeran este desayuno, aunque comprenderás que en un lugar como este es difícil ofrecerte un desayuno digno.

— Cualquier lugar para mí es perfecto si estoy contigo. — Dije mordiendo una galleta.

Loki acaricia mi mano y deja besos en ella.

— De todos modos, te prometo que para la próxima estaremos en un lugar mejor, quiero tratarte y consentirte como lo que realmente eres para mí, una reina.

Siento que el corazón brincó del pecho hasta mi cara.

¿Qué es este sentimiento tan extraño?

No me gusta.

— Creo que llegaremos tarde a trabajar.

— Llamare a Rick para que venga a buscarnos.

Loki enciende su teléfono, de inmediato entra una llamada.

— Buenos días Ver... — No alcanzo a oír lo que dice, pero se oye a Verity muy alterada del otro lado. — lo había olvidado, cálmate llegaré en una hora... — Cuelga.

— ¿Qué sucede?

— Había olvidado que hoy tengo una reunión, así que Verity está que echa fuego por la boca.

— Entonces vamos.

— Llamaré a Rick para que nos lleve.

— Espera... no podemos llegar juntos, sería sospechoso... mejor ve tú primero, y yo llego más tarde.

— Está bien.

Ambos terminamos de desayunar, Rick llama a Loki avisando que está esperándolo afuera del motel, se despide de mí con un beso en los labios, y sale rápidamente del cuarto. Yo camino hasta el baño y me doy una ducha rápida, dejo atrás el motel y llego al pent-house para ponerme un traje formal para ir a trabajar, un pantalón de tela y un blazer negro, zapatos de taco bajo de color rojo, me maquillé un poco y tomé mi bolsa, un taxi me dejó en la entrada del edificio. Miré mi teléfono mientras abordaba el ascensor y vi que ya eran mas de las diez de la mañana, pero sé que nadie puede reclamarme nada, estas son las ventajas de cogerse al presidente y dueño de la compañía.

— Buenos días Rosemary.

— Buenos días, Lucy.

— ¿Tienes algo pendiente para mi hoy?

— Nada, solo Jacob estuvo preguntando por ti hoy, te esperó, pero tuvo que irse a atender algunos asuntos.

— ¿Y el señor Odinson?

La Obsesión del Dios del Engaño - Parte I, II y IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora