La Obsesión del Dios del Engaño - Parte I, II y III

Capítulo 127: La mujer de mis sueños

˗ˏˋ La canción que Loki y Lucy bailan se llama  "I want to know what love is" ˎˊ˗

Les dejo el nombre por si quieren escucharla mientras leen el capítulo, porque Wattpad no me deja publicar el link en el encabezado. 

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Me la pasé todo el resto del día en el santuario de Strange, no sé si Loki habrá venido a buscarme al pent-house, además apagué el móvil no quiero que el mundo sepa de mí ni yo saber de él.

Admiraba el paisaje nocturno, las luces de la ciudad siempre se ven hermosas a estas horas, afuera de mi habitación hay un balcón lo suficientemente espacioso para albergar unos sillones y una pequeña mesa de vidrio, a veces acostumbro ahí a dormir siestas o leer libros o simplemente contemplar los edificios y las luces de Nueva York.

Siento una presencia oscura observándome.

— Sé que estás ahí, y no estoy de humor para discutir ni enfrentarme a ti. — Bebí de la botella de cerveza.

— Con que ya puedes sentir mi presencia Bitchin... muy bien.

Dice el sujeto colgado de cabeza igual que un murciélago, quedando su rostro casi encima de mí.

— ¿Qué haces aquí? No dije tu nombre.

— Lo sé... — Dice saltando, poniendo sus pies en tierra. — solo tengo la sensación de que pronto vas a necesitarme.

— ¿Crees que Amora esté cerca?

— Puede ser... ¿qué estas bebiendo? — Dice quitándome la botella de cerveza de las manos.

Huele el contenido y se lo empina, al sentir las burbujas y el sabor amargo termina explotando.

— Bienvenido a la Tierra. — Dije riendo.

— Sabe pésimo, ¿esto beben los mortales?

— La mayoría... ¿y vas a decirme cuál es tu real propósito?

— Ya te lo dije vengo a protegerte.

— No entiendo ¿por qué enviarme un guardián para protegerme?

— Porque eres la reina elegida Bitchin, si algo te sucede los demonios armaran una revolución y eso puede destruir los nueve mundos, él único que podía controlar a los demonios del Helheim era Odín.

— ¿Conociste a Odín?

— Cuando era niño intento matarme varias veces.

— Si que era un maldito ese viejo.

— Creo que tú y yo nos llevaremos muy bien Bitchin.

— Deja de llamarme así, no soy tu maldita perra.

— Que carácter, con razón no tienes novio.

— ¡¿Qué sabes tú?!

— Sé muchas cosas de ti, aunque no lo creas. Sé que Liam y tú se están dando un tiempo, que tu banda favorita es Queen, que a los 16 años fumaste marihuana, que eres huérfana y que en dos días debería llegarte el período.

— ¿Cómo sabes tanto de mí?

— Me leí tu expediente antes de venir a la Tierra, sabes que todos tienen uno en el Hel, al menos los que tendrán como destino el Infierno antes de morir.

— Con que sabes todo de mí...— Suspiré. — en cambio yo no sé nada de ti, no es justo.

— Mi vida no es tu problema, en cambio tu vida si lo es para mí.