La Obsesión del Dios del Engaño - Parte I, II y III

Capítulo 124: Polvos de amor

∙ ~ " Esta noche me voy a manosear..."~ ∙

∙~Dead Pool ∙ ~

∙ ~εïз~ ∙ 

Llegué al imponente edificio de la compañía Odinson pasado las once de la mañana, al entrar al vestíbulo me percaté que el ascensor seguía en mantención, está prohibido el paso con cintas amarillas. Usé otro de los ascensores, dudé en tomarlo, pero subir al último piso por las escaleras no era una opción.

El ascensor me dejó sana y salva en el piso de gerencia, crucé la recepción y saludé a Rosmery la recepcionista.

— Buenos días.

— Buenos días Lucy, no creí que te vería por aquí hoy, debiste tomarte el día libre.

— No quería dejar trabajo para mañana, además como ves me siento muy bien.

— Me da gusto que estes bien... oh dejaron algo en tu oficina.

— ¿Qué cosa?

— Ve y veras.

Continuo mi caminata, abro la puerta y me encuentro con la sorpresa que encima de mi escritorio hay un enorme ramo de rosas rojas, unas diez bolsas de diferentes colores y un globo metálico de tonos dorados flota por encima.

Me acerco hasta el ramo para leer la tarjeta.

"Revisa la bolsa de color rosa."

Hago caso a lo que me indica la tarjeta, dentro de la bolsa hay una caja con la píldora del día después.

¡Había olvidado por completo que tuve sexo sin protección!

Al menos alguien si se preocupa por nuestra salud reproductiva y sexual, cada día me gusta más tu ex.

Me acerqué al bidón de agua, luego de que depositara una buena cantidad de líquido en mi taza me eché una pastilla a la boca y tragué profundo.

Suspiré ya más calmada, pero de igual manera no podía perdonarme un descuido como ese. Todos estos años he usado religiosamente protección con Liam, pero cuando se trata de Loki toda mi cordura se va a la mierda.

Volví a salir de mi oficina, esta vez en dirección a presidencia, toqué dos veces a la puerta y entré, Loki se encontraba en su escritorio y Verity sostenía una bandeja plateada con una taza de porcelana.

— Buenos días, si están ocupados puedo volver más tarde.

— No Lucy, adelante... — Loki se levanta de su silla y camina hasta mi encuentro. — ¿te sientes bien hoy?

— Estoy bien, gracias por preguntar... ¿y usted?

— De maravilla. — No pude disimular una sonrisa al recordar todo lo que sucedió anoche.

El sonido metálico de la bandeja casi siendo arrojada a la mesa, nos saco a ambos de nuestro pequeño trance. Verity nos observaba a ambos cruzada de brazos, la colorina ajustó sus gafas con una posición desafiante.

— No es necesario que fijan en frente de mí.

¿A caso ella sabe lo que sucedió entre Loki y yo?

— Ya me sé todos los detalles de su historia de amor pasada. — Camina con sus tacones negros hasta quedar en frente de mí. — Sé que tú eres la mujer, que le destruyó la vida a Loki.

— Ver... — Le dice el Dios.

— Sé que eres tu la humana de la que se enamoró, la que fue a buscar al Hel, a la que logró traer de entre los muertos, pero todo ¿a qué precio? Dime Lucy... ¿realmente lo vales?