La Obsesión del Dios del Engaño - Parte I, II y III

Capítulo 55: La llave a la unión.

[...]

La fiesta estaba muy encendida todos bailan al ritmo de la música hasta que encienden las luces y veo a Thor acompañado de Susy trayendo mi pastel de cumpleaños, de verdad no me esperaba un pastel de cumpleaños ya que con la cena había sido suficiente, pero no sería una fiesta de cumpleaños sin un pastel, era de color lila con adornos blancos de crema batida y por su puesto tenía mi nombre con letras de chocolate, muchas velas encendidas se alzaban en la base haciéndome una invitación a soplarlas. Todos los invitados me cantan el cumpleaños feliz, y de verdad me invadieron unas ganas de echarme a llorar ya que se estaba cumpliendo el sueño de mi yo de 10 años, quien moría por celebrar una fiesta. Soplo las velas y todos aplauden Loki me entrega un cuchillo para sacar la primera rebanada del pastel, corto un gran trozo con todas las ganas de probarlo, pero Thor se me adelanta y con la mano saca un puñado de torta de mi plato y se lo lanza a Loki cayéndole en su caro traje, obviamente al Dios de las travesuras no le gusta que le hagan travesuras a él, así que con su magia le aventó todo el resto del pastel que quedaba en mi plato en su cara. Todos reíamos por la pelea de niños de que tenían los Dioses, hasta que una voz femenina interrumpe...

— Con que aquí es la fiesta...— Entra la Encantadora con un vestido de seda esmeralda muy escotado, y tacones negros. — Debería estar muy enfadad por no recibir una invitación pero no importa, ya estoy aquí. — Hay un silencio impresionante todos ahí sabíamos que aquella mujer no era normal, solo bastaba ver su excepcional belleza y su mirada lúgubre igual al de un asesino en serie. — Lucía felicidades...— Dice aproximándose a mí pero Loki se interpone como una pared entre ella y yo. La toma del brazo con fuerza sacándola de la casa casi arrastras mientras ella le reclama que la lastima.

Todos los presentes quedamos paralizados por lo que acaba de ocurrir, pero despabilo y ordeno que vuelva la música a todo volumen y comienzo a repartir el pastel a mis invitados con ayuda de los mozos. Susy, Thor y John me miran como preguntándome ¿pero qué carajos acaba de suceder? Pero no les digo nada... ni si quiera yo sé a qué vino esa mujer aquí.

— Lucy... ¿quién es esa mujer? — Me interroga Thor. — Ella no es humana, supongo que Loki tiene que ver en esto.

— Pues tienes razón...— Digo con apatía. — es Amora la Encantadora, es una creación de Loki.

— ¿Qué? ¿Loki tiene una hija? — Thor frunce el ceño.

— No, no es su hija y sabes mejor pregúntale a él.

Dejo mi plato con mi rebanada de pastel casi entero sobre una mesa, camino hasta la entrada de la casa, puedo ver a lo lejos que el Dios habla con Amora pero no puedo oír lo que dicen, el sonido de mis tacos sobre el cemento delatan que alguien se acerca a ellos.

— Todo ¿está bien? — Pregunto a unos metros de Loki, quien me da la espalda y se encuentra frente a la Encantadora, pero a una distancia razonable.

— Sí todo está bien... Amora ya se va... — Dice el Dios y fue como una orden para aquella mujer. — Loki me toma de la mano volviendo entrar a la casa, lo último que vi de ella fue una sonrisa malévola en sus labios rojos llena de maldad.

Luego de la interrupción volvimos a la fiesta, todo continuó con normalidad hasta que se hizo de madrugada. Los invitados se iban retirando poco a poco, Susy, John y Thor fueron los últimos en despedirse, pero no vi a Liam por ninguna parte, lo que me pareció extraño. La casa estaba casi vacía solo quedamos yo y Loki. Descansaba en mi cama un momento, bailar tanto me había dejado exhausta fue una noche muy divertida, estaba a punto de quedarme dormida cuando siento que el Dios se acuesta a mi lado.

— No te duermas todavía... — Dice pasando sus dedos por mi espalda y besando mi cuello. — Falta que te de tu regalo de cumpleaños.

— ¿Puede ser mañana? Estoy muy cansada para tener sexo.