Capítulo XXXVII: Erotismo frío.

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Advertencia: Este capítulo puede contener escenas sexualmente explícitas, lenguaje vulgar o violencia.

+18

Bien, ultima vez que coloco a esta advertencia (a no ser que sea muy necesario), los que siguen esta novela/fic saben que el contenido es cachondo ;) y que es para adultos.

Disfruten.

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[...]

— ¿En qué piensas? —Pregunta Loki mientras contornea mi rostro con sus dedos.

— ¿Recuerdas cuando tenía 22 años y me encontraste llorando en mi apartamento?

— Sí recuerdo, te estabas atragantando de helado de chocolate... fue la vez que terminaste con tu segundo novio.

— Así es, me preguntaste que me sucedía pero no quise contarte. — Giro mi cuerpo desnudo quedando mi abdomen sobre él, coloco mis manos sobre su pecho marcado para apoyar mi mentón. — Fue él quien me terminó porque no quise tener relaciones con él.

— Te dije que era un idiota. —Dice el Dios tocando la punta de mi nariz con su dedo índice.

— Lo sé, aunque mi anterior novio también me terminó por lo mismo, y no entendía porque los rechazaba si me gustaban, pero ahora lo entiendo... me estaba guardando para ti Loki.

— ¿Ah sí?

— Inconscientemente lo hacía.

— Entonces gracias por haberme concedido el honor de ser el primero. —Sus manos acarician mi trasero, su erección ha despertado solo una sábana se interpone entre nuestros cuerpos. — Y por dejar que me siga aprovechándome de su maravilloso cuerpo señorita.

— Yo soy la que se aprovecha de usted señor Loki. —Digo enderezándome y sentándome en su cadera.

— El afortunado de tenerte soy yo.

El Dios se sienta sobre la cama entrelazando mi cuerpo entre sus brazos sin quitar mi cadera de la suya, besa mis pechos suave y despacio dejando besos por todo mi torso desnudo hasta llegar a mi boca entregándome toda su pervertida lengua.

— Loki ¿harías algo por mí? — Murmuro excitada mientras recibo los besos del Dios por mi cuerpo.

— Lo que quieras.

— Quiero ver al verdadero Loki, al gigante de hielo.

— No. — Dice enfático dejándome a un lado y recostando su espalda contra el colchón.

— ¿Por qué no? — Vuelvo a subir mi cuerpo sobre él viendo sus ojos azul verdosos mientras mechones de mi cabello castaño caen sobre su cara.

— Porque el verdadero Loki es un monstruo.

— Eso no es cierto... y si lo es, debe ser un monstruo muy sexy.

— No lo haré.

— Por favor. — Digo lamiendo y besando su cuello.

— Está bien. — Accede el Dios después de haberlo meditado unos segundos. — Pero será sólo un momento.

Poco a poco la piel de Loki comienza a tonarse de un color azul intenso, sus ojos color esmeralda pasan a ser carmesí, su temperatura corporal desciende abruptamente, puedo sentir su piel fría a través de la seda de la sábana. Seguía siendo Loki, tenía el mismo brillo en sus ojos, el mismo cuerpo escultural que el Dios posee y su sus rizos negros también permanecían intactos.

La Obsesión del Dios del Engaño - Parte I, II y IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora