Capítulo XXVII: El Hechicero supremo

3.6K 293 323
                                    

[...]

— Buenos días. —Lo saludo mientras tengo fija mi vista el sartén. — ¿Dormiste bien?

— Excelente no había dormido así hace meses. — Dice sentándose en uno de los pisos frente al mostrador de madera caoba que se interpone entre nosotros. Está descalzo, trae su pantalón negro puesto pero no trae camisa. — ¿Por qué estas cocinando? Podrías haber pedido servicio a la habitación o desayunar abajo.

— Ayer me dijiste que querías que cocinara para ti y eso hago... esta suite tiene hasta una cocina, no me sorprendería si tiene una cancha de tenis. —Retiro las hamburguesas del sartén.

— ¿Y qué estás preparando?

— Hamburguesas. —Coloco la carne sobre el pan sirviéndola en un plato de cerámica con bordes dorados.— Ojalá te guste ya que me esforcé en hacerla, no es la misma que le cocino a Thor. —También sirvo una para mí. — La hice lo más saludable posible; tiene lechuga hidropónica, tomates finamente seleccionados, pan recién horneado, fui muy temprano a comprar a la tienda y la hamburguesa la hice con la carne picada más cara que encontré, no son las hamburguesas congeladas que se compran en el supermercado, las hice con pan rallado, huevo y freídas en aceite de oliva... —Loki miraba su hamburguesa como si fuese un bicho extraño.— También como aderezo hice mayonesa casera.

— ¿Y cómo se come esto? — Dice el Dios de pelo negro con cara de asco.

— Así... —Sostengo mi hamburguesa con ambas manos dándole una gran mordida.

Loki intenta imitar lo que hago sosteniendo la hamburguesa entre sus manos pero lo piensa bastante antes de acercarla a su boca. Por fin se atreve dándole una pequeña mordida con resquemor, sé que lo hace por no hacerme un desaire de lo contrario no probaría una mierda.

Quien pensaría que el Dios malvado que destruyó hace años esta ciudad ahora está aquí pacíficamente comiendo una hamburguesa hecha por una humana.

— Mmm... no está mal...—Dice el hermano de Thor volviéndole a dar otra mordida.

Mierda, esta imagen de Loki Odinson semidesnudo comiendo una hamburguesa con gusto, mientras la mayonesa de desliza por su mentón, quedará inmortalizada para siempre en mi memoria.

— ¡Sí te gustó! —grito de la emoción aplaudiendo por mi victoria, Loki gira sus ojos casi colocándolos en blanco por mi escándalo.

Después de terminar de comer Loki me lleva en su carro hasta la librería, como de costumbre ya voy tarde.

— ¿Puedo preguntar algo?

— Dime.

— ¿Has llevado a otra chica a tu habitación de hotel?

— No... ¿Por qué la pregunta?

— Porque en el baño tienes un jacuzzi donde caben perfectamente dos personas.

— Lucía ¿estas celosa de un jacuzzi?— Dice el Dios de las mentiras sin quitar la vista del parabrisas mientras conduce veloz.

— No estoy celosa.

La sola idea de pensar que estuvo con alguien en ese jacuzzi me revuelve el estómago.

— Eres la primera persona que llevo al hotel. —Eso quería oír, digo en mis pensamientos.— Bien llegamos. —Estaciona su automóvil frente a la librería.

— ¿Qué harás hoy? —Pregunto por curiosidad.

— Iré a comprar un teléfono móvil.

— ¿Para qué quieres un móvil?

La Obsesión del Dios del Engaño - Parte I, II y IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora