Capítulo 153: El acuerdo con Sigyn

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Empujo la llave en la cerradura y la puerta se abre. Veo la imagen de Kaan frente a la cocina revolviendo en un sartén.

Está sin camiseta, trae puesto un pantalón deportivo y un delantal de cocina tono rosa pastel.

Me quité el abrigo y lo dejé colgado en el perchero de madera de la entrada, lo mismo hice con mi bolsa. Me acerqué despacio viendo como el demonio prepara la comida, pero él me ignora.

— ¿Necesitas ayuda?

— No quemaré tu cocina tranquila, además ya está listo. — Dice probando con una cuchara de madera.

Me sitúo detrás de su espalda, y entrelazo su cadera con mis brazos, mi mejilla derecha hace contacto con su piel.

— Lo siento.

— ¿Por qué te disculpas?

— Por enojarme contigo y por mandarte al demonio, sé que no soy tu novia y que no debería reclamarte nada.

— ¿Entonces porque actúas como si lo fueras? — Dejé de abrazarlo.

— Kaan... ¿ella te gusta de verdad?

— ¿Por qué la pregunta? — Dice aun viendo el sartén.

— Por favor ponme atención. — Giro la perilla de la estufa apagando el gas.

— Tienes toda mi atención Bitchin... — Dice el demonio girándose hacia a mí y secando sus manos en el delantal que cuelga de su cintura.

— ¿La quieres? ¿estas enamorado de esa chica?

— La aprecio mucho y es una buena persona.

— Si realmente la quieres yo no puedo hacer nada contra eso, y no me puedo a oponer a su relación, no es justo para ti, acabemos con esta mentira de que tú y yo somos novios y quedas totalmente libre para que puedas estar con Amy.

Cuando venía en mi carro de vuelta a casa medité mucho sobre el asunto. Quizás a Kaan si le gusta de verdad esa fotógrafa, y no puede decírselo ni estar con ella porque ante todo el mundo es mi pareja.

— ¿De verdad harías eso por mi Bitchin?

— Por supuesto, no puedo forzar a nadie a que este conmigo menos si todo es una farsa.

— Yo no me siento forzado parada nada.

— Pero Kaan.

— Escúchame... esa chica Amy, en verdad es bonita y me agrada, pero no estoy enamorado. Y aunque quisiera estar con ella no puedo, porque tú siempre estás en mis pensamientos, y a la única mujer que quiero oler y acariciar eres tú.

— ¿Y si esa chica es el amor que has estado esperando? ¿Ese amor que los demonios elijen para toda la vida?

¿Y si eres tú?

Esa pregunta me tomó por sorpresa, ya rompí él corazón de Liam cuando le fue infiel con Loki y lo que menos quiero es romper a otra persona.

Pero indudablemente Kaan me gusta, y todo este tiempo me he estado conteniendo.

Acorté más la distancia que había entre nosotros, y nos besamos. Sus brazos me atraparon mientras mis manos se hunden detrás de su nuca. Sus labios ardientes se desviaron desde mi boca hasta mi cuello, me sostuvo de las caderas y me levantó hasta sentarme en la encimera de granito para quedar a su altura. Mis manos se aprovecharon de la situación, y deslizaron por cada curva de su pecho y abdomen, cuando mis palmas llegaron a su cadera mis dedos agasajaron esa endemoniada erección con mi tacto. Sonreí mientras mis parpados se cerraron para disfrutar del roce de su boca por mi cuello y hombro.

La Obsesión del Dios del Engaño - Parte I, II y IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora