La Obsesión del Dios del Engaño - Parte I, II y III

Capítulo 88: Verity, el detector de mentiras

❝ Dato: Verity aparece en los comics y es la amiga humana de Loki. ❞

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— Loki...

— ¿Sí?

— ¿Nos casamos en Las Vegas verdad? ¿Cómo siempre lo soñamos?

— ¿Por qué la repentina pregunta?

— Es que no puedo recordar el lugar, ni el vestido que usé ese día... y cuando mi mente se esfuerza en recordarlo veo el rostro de una mujer rubia viniendo hacia mí, su mirada no me gusta.

— Tranquila, esa mujer no puede hacerte daño... porque estoy aquí contigo.

— Siento como si faltara la mitad de mi alma... como si hubiese perdido a alguien.

— No estás sola.

— Aun lo conservas... — Dice tomando el dije que cuelga de mi cuello que lleva su nombre.

— Prometí nunca quitármelo, así siempre llevaré una parte de ti. — Acaricie su cara con mis dedos. — Eres el amor de mi vida, nunca lo olvides...

— Y tú él mío, somos almas gemelas... como un rompecabezas, las piezas cuando están separadas no significan nada, pero cuando las unes puedes ver toda la imagen. — Beso su frente. — Los besos en la frente son muy tiernos señor Loki, pero sabes que me gusta la acción...

— Lucía...

— Extraño mucho nuestros juegos. — Me sonríe coqueta. — Sabes que me encanta tenerte entre mis piernas. — Juega con el cuello de mi camisa mientras me da un beso apasionado, yo inevitablemente respondo a sus encantadores besos, ella desvía su boca hasta mi cuello.

Me separo de ella antes de que cometa una locura, me salva el sonido de alguien golpeando a la puerta.

— La señora Claire está aquí vino a visitar a Lucy. — Dice la enfermera.

— Adelante que pase.

— Hola...

— ¡Claire! — Exclama Lucy abrazándola con afecto. — Espero que me hayas traído tus deliciosos brownies.

— Por supuesto que sí, toma... — Le entrega una caja a Lucy.

Yo salgo de la habitación dejándolas a solas un momento, no puedo negar que se llevan muy bien, después de que Claire me informara sobre la situación de Lucy en el otro hospital psiquiátrico ella siempre estuvo al pendiente de ella, viene a visitarla dos veces a la semana, y siempre le trae un obsequio, generalmente dulces, ya que Lucy detesta la comida de la clínica.

Sé que la mujer mayor ve en Lucía a su hija fallecida, dice que cuando ríe ve a su querida Isabel y gracias a eso pude enterarme de que mi mujer estaba en ese horripilante lugar, de no ser por la enfermera no sé qué hubiese sucedido con Lucía.

— Gracias por visitar a Lucy, le hace muy bien su visita.

— Es al revés, ella es quien me hace bien a mí... — La mujer de unos cincuenta años se queda pensativa viendo un punto fijo.

— Siempre estaré en deuda con usted, y a Loki Odinson no le gusta deberle nada a nadie, de no ser por usted la mujer que amo seguiría en ese hospital de mala muerte sufriendo de abusos.

— Usted me pagó lo suficiente como para vivir cómodamente el resto de mi vida... — Vuelvo a ver tristeza en sus ojos verdes. — pero necesito algo más...

— ¿Necesita más dinero?

— No... no se trata de dinero, sino de justicia... he escuchado que usted anda haciéndole favores a la gente y sé que es un hombre de poder.