Capítulo 96: La nueva amiga del Dios.

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❃• Siento que este cap va a crear bardo otra vez •❃

Ah shit, here we go again.

•❃•

No podía concentrarme, tenía el notebook encima de mi escritorio plagado de números en la pantalla, tenía mucho que hacer, pero mi poca concentración no ayudaba. Solté el lápiz de mi mano, me acerqué a los ventanales para observar la ciudad de Nueva York, me preguntaba si por alguna de esas calles estará ella caminando a toda prisa por que se le ha hecho tarde.

Mis pensamientos se ven interrumpidos al escuchar la puerta abrirse, entra Verity con unos papeles en la mano, la observo con disimulo, es inevitable no contemplarla es una mujer muy atractiva.

— Verity... — Sonreí. —¿ya te dije hoy lo bella que estas? — Ella rueda los ojos con fastidio.

A diferencia de otras mujeres a Verity le molesta que la halague, increíblemente es inmune a mis coqueteos.

— Aquí están los papeles que me pidió jefe, por cierto, le recuerdo que hoy tiene una reunión con los accionistas.

— Si, gracias por recordármelo.

— Usted parece que no tiene idea a la manada de lobos hambrientos a la que se va a enfrentar...— Arrugué el entrecejo. — Se lo van a devorar vivo.

— A mi nada me asusta Verity... tal vez Hulk, pero ¿humanos? No.

— Es porque no me ha visto enojada.

— Sé que tienes carácter puedo verlo en tus ojos... entonces, tú me acompañaras a esa junta, por si te necesito.

— Yo no puedo asistir a esa reunión, solo pueden estar los accionistas.

— Pues yo ordeno que estés allí conmigo.

— Pero...

— Sin peros Veri.

— ¿Veri? — Me fulminó con la mirada.

— Es tu nuevo apodo.

— Mi nombre es Verity.

— No te enojes es con cariño. — Le sonrío.

— ¿Necesita algo más señor Lowkey?

— ¡Es Loki!

— Ups... — Dice alejándose hasta la puerta con una mueca burlona es su boca. — Es con cariño. — Me dice antes de salir.

Llegada la hora de la junta Verity me acompaño hasta la sala de reuniones, efectivamente tal como ella me lo dijo parecían leones a punto de abalanzarse sobre mí. Aunque son alrededor de diez hombres los que se encuentran allí sentados no dejé que me intimidaran, sé que estoy muy por encima de ellos, los humanos siguen siendo inferiores a mí en todos los sentidos.

— Buenos días... — Dije antes de sentarme a la cabeza de la mesa.

— ¿Qué hace esta mujer aquí? — Dice uno de los sujetos mayores refiriéndose a Verity que está a mi lado.

— Esta señorita tiene nombre, se llama Verity y es mi secretaría.

— Estamos en una junta importante, solo con accionistas y miem...

— A mi me tiene sin cuidado si les incomoda que una mujer esté presente, a puesto que ella es mucho más capaz y competente que cualquiera de ustedes. — La chica colorina intenta disimular una sonrisa.

— ¡¿Cómo se atreve a venir a faltarnos el respeto?! — El hombre más mayor se levanta de su silla golpeando la pesa. — ¡Usted solo es un maldito aparecido que se aprovechó de los MacMilllan!

La Obsesión del Dios del Engaño - Parte I, II y IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora