Capitulo 157

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*Maraton*

Capítulo 157

El Doctor y Ignazio se van hacer todas las pruebas necesaria para donar su sangre a Eduardo. Besabeth está en la capilla llorando y rezando por la vida de su hijo.

Besabeth: Dios mío te lo suplico no me quites lo único que me queda en esta vida, no me quites a mi hijo.

Gianluca y Piero llegaron a la clínica, lo único que sabe es lo que le dijo Ramona, ambos están preocupados por la salud de ambos, Ignazio no aparece y Besabeth aún sigue rezando por la vida de Eduardo. Ignazio y dio la sangre necesaria para Eduardo, el Doctor se quedó muy sorprendido por el grado de compatibilidad de ambos, están haciéndole las trasfusiones que necesita. Besabeth está en la capilla apunto de pararse para ir a ver a su hijo y saber cómo sigue, justamente cuando se va levantar siente una mano en su hombre y se asusta y se voltea, lo ve fijamente y era Ignazio que con lágrimas en los ojos.

Besabeth: (Se levanta y se sorprende) ¡Ignazio!

La ve y se va encima de ella y la abraza fuertemente, ella se pone a llorar junto a él y salen de la capilla para hablar de todo lo que está sucediendo en sus vidas, se van hasta el parque que está en la clínica y se sienta en uno de los bancos.

Ignazio: Quiero decirte que te quedes tranquila, hable con los médicos y le done sangre (Se le quiebra la voz) a nuestro hijo.

Besabeth: (Baja su mirada) Gracias Ignazio, gracias por salvar a (Sin poder hablar).

Ignazio: No, no tienes que agradecer Besabeth (Salen lágrimas en sus ojos) Eduardo es... (Tartamudea) es... mi... es mi hijo, es lo menos que puedo hacer.

Besabeth: Perdóname Ignazio, perdóname por no decirte la verdad a tiempo, tal vez si yo.

Ignazio: No perdóname tú a mí por ser tan cobarde y haberte dejado cuando más me necesitabas. (Llorando) Respóndeme algo ¿Eduardo sabe que José no es su verdadero padre?

Besabeth: No, José nunca quiso decirle la verdad, decía que no era necesario, que no quería perder el amor de él.

Ignazio: ¿Cómo José llego a tu vida? Y a la de mi... (Se queda callado por varios segundo y respira profundo) Y a la de Eduardo.

Besabeth: Cuando me fui de aquel departamento llevándome todas mis cosas me fui a la casa de la playa, quería estar sola y sin problema, necesitaba tranquilidad para tratar de ordenar mi vida. Un día junto con una la Señora que limpiaba la casa nos pusimos a recoger todo y tuve un fuerte dolor en mi vientre, causándome un sangrado la cual yo no entendía, me llevo al hospital y ahí fue donde me entere que estaba embarazada de Eduardo, María me dijo que te lo digiera antes de que fuera demasiado tarde, cuando por fin me decidí de decirte la verdad te fui a buscar, ya María se había ido a los EE.UU, tu asistente me dijo que (Llorando) Te fuiste pregunte que ha donde y me dijo que no sabía, pensé que regresarías pero ella misma me dijo que no volverías, salí corriendo a buscarte a ver si conseguía detenerte y decirte que ibas hacer (Se le quiebra la voz) papa. No pude Ignazio solo vi aquel avión despegar y no pude decirte la verdad. Luego regrese a caracas, no sabía qué hacer, estaba sola tú te fuiste y yo estaba esperando un hijo tuyo.

Ignazio: El que planeamos un día tener.

Besabeth: Si. Días después conocí a José, se había recién mudado al edificio, éramos vecinos, una mañana chocamos y platicamos hasta llegar al estacionamiento y despedirnos. Luego él se enteró que estaba embarazada y que era madre soltera, siempre estuvo muy pendiente de mí y de mi hijo, una vez me acompaño a una cita médica, estaba muy emocionado, él no podía tener hijo porque era estéril. Cuando nació Eduardo él estuvo conmigo no me dejo sola (Ignazio comienza a llorar) siempre estuvo al pendiente que no me faltara nada ni a mí ni a Eduardo. Espere más de un mes para presentar a mi hijo, con la esperanza que regresaras y así poder criar nuestro hijo juntos pero, eso nunca paso, justo el día que fui no sé como pero José se enteró y presento a Eduardo como suyo, fue entonces donde me confeso que estaba enamorado de mí y quería ser el padre de Eduardo.

Ignazio: ¿Tú le dijiste que yo era el verdadero padre de tu hijo?

Besabeth: No, nunca me imaginé que ustedes eran socios y menos se me ocurrió decirle tu nombre porque él nunca me lo pregunto. Antes que el morir fue cuando el mismo nos confesó a Eduardo y a mí que tenía un socio italiano la cual tenía que avisarte de lo que estaba por suceder. Nunca me imaginé que ese socio eras tú Ignazio.

Ignazio: ¿Qué vamos hacer Besabeth? Como le vamos a decir a nuestros hijos que... son hermanos, se enamoraron y ahora es un error que sea...

Besabeth: Lo se Ignazio, ahora tengo mucho miedo.

Ignazio: Todo esto es mi culpa, si yo no te hubiera.

Besabeth: No Ignazio la nunca que sabía toda la verdad era yo, la única culpable soy yo.

Ignazio: Si por lo menos yo me fuera quedado unos días más esto no estuviera pasando Besabeth, todo esto hubiera sido otra historia.

Besabeth: Ahorita lo que más me preocupa es la salud de mi hijo, yo no quiero que nada malo le pase.

Ignazio: Los doctores me aseguraron que la sangre que le done lo podía salvar que solo tenía que esperar.

Besabeth: ¿Cuánto tiempo?

Ignazio: No lo sé, pero tranquila que Eduardo se salvara ya verás.

Besabeth: Valentina ¿Cómo esta ella?

Ignazio: Estable solo fue unos golpes y una pierna quebrada, no es nada grave se recuperara pronto.

Ignazio abraza a Besabeth y le da un beso en la frente. Las horas pasan y aún no han recibido noticia de los médicos sobre Eduardo, Ignazio camina de un lugar a otro mientras que Besabeth está sentada con Ramona tomándose un café, Piero está hablando con Gianluca, el medico se acerca para dar respuesta a los familiares de Eduardo.

Doctor: Besabeth.

Besabeth: (Se levanta rápidamente y se acerca, Ignazio lo ve y también se acerca) Dime Suarez ¿Cómo está mi hijo?

Doctor: Tranquila, él está bien gracias a dios.

Ignazio: (Aliviado) Gracias dios mío.

Doctor: Él está bien, está mejorando lento pero lo que importa es que mejore, vamos a esperar como pasa la noche, mañana temprano le haremos unas pruebas para saber qué tan grave es el golpe que recibió en la cabeza.

Ignazio: ¿Qué pasa Doctor? Díganos la verdad por favor ¿Qué tiene mi hijo?

Gianluca y Piero se quedan sorprendidos y pone los ojos como platos, no pueden creer lo que están escuchando, Ignazio está preocupado por su hijo y ellos aún no saben nada.

Doctor: Tranquilo son pruebas de rutina para empezar a descartar posibles consecuencias, lo que si les voy a pedir es que si Eduardo mejora esa misma prueba que le haremos mañana se la tiene que hacer cada seis, el golpe puede que no haga un efecto inmediato pero si lo puede hacer a largo plazo y quiero que el este en un control para evitar cualquier enfermedad a tiempo.

Besabeth: (Con lágrimas en los ojos) Está bien Doctor.

Doctor: Quédate tranquila Besabeth tu hijo se va a salvar ten lo por seguro.

Ignazio: ¿Podemos verlo?

Doctor: Si pero quiero decirles que está dormido, esta sedado al igual que Valentina lo tenemos sedados para que descanses, solo pueden entrar uno a la vez y solo cinco minutos.

Ignazio: Esta bien.

Doctor: ¿Quién de los va entrar primero?

Ignazio ve a Besabeth y la abraza fuerte, ella con lágrimas en los ojos y con mucho desespero acepta, Besabeth se va con el doctor para poder ver a su hijo. Ignazio se queda con los demás, Gianluca y Piero lo ve fijamente muy extrañado.

Piero: Tranquilo todo va estar.

Ignazio: Gracias.

Gianluca: ¿Te puedo preguntar algo?

Ignazio: ¿Dime?

Gianluca: ¿Eduardo es tu hijo?

Ignazio: (Respira profundo) Si, Eduardo es mi hijo.

Piero: ¿Cómo?

Ignazio: Como lo oyen, Eduardo es mi verdadero hijo.

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