Capítulo 91

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Capítulo 91

Mariana está muy enferma los doctores no le dan muchas esperanza, tiene leucemia y está muy avanzado a pesar que está bajo tratamiento la enfermedad avanza cada día más, ella no quiere decirle la verdad a su hija porque no quiere preocuparla.

Ya Besabeth le dieron de alta y está llegando a su casa, los empleados la reciben con mucho cariño, Ramona recibe instrucciones de Eduardo para que le prepare algo sano para comer.

Besabeth: Hijo yo me siento bien tranquilo, yo puedo sola anda a trabajar mira que ya es tarde.

Eduardo: No mama, yo me quedare aquí contigo hoy, ya avise a la oficina que no me espere y Ignazio y Piero se encargaran de todo.

María: Si hijo pero sé que la empresa en estos momentos no está para que la descuides, aquí están las muchachas de servicio, Ramona y yo para cuidar a tu madre.

Eduardo: Es que.

Besabeth: Es que nada hijo, anda y hazte cargo de tus responsabilidades en la empresa, para que ese señor se vaya lo más rapido del país y no tenga que regresar más.

María la ve fijamente muy sorprendida.

Eduardo: ¿Madre porque dices eso?

Besabeth: Bueno hijo, mientras tu padre tuvo vivo nunca el apareció por este país a preguntar por su empresa siempre se conformó con unos correos mensuales y ya, creo que él no tiene planes de quedarse aquí mucho tiempo.

Ignazio y Piero están en su oficina trabajando, Piero sabe que su amigo no quede concentrase en el trabajo y lo ve fijamente.

Piero: ¿Quiere ir a verla?

Ignazio: (Lo ve) ¿A quién?

Piero: A Besabeth.

Ignazio: ¿Quién te dijo que la quiero ver?

Piero: Tu cara, tus ojos y tus pensamientos. Ignazio no puedes disimular que la sigues amando y que te mueres de ganas de verla.

Ignazio: ¿Qué quieres que haga? Por más que yo quiera irla a ver y abrazarla no puedo.

Piero: ¿Quién te lo impide? Que yo sepa ya te separaste de tu mujer hace más de 20 años, y ella es viuda desde hace dos meses.

Ignazio: La verdad no quiero que Eduardo se entere lo que hubo entre su madre y yo, y menos que piense mal de ella.

Piero: Es que no tiene por qué enterarse, tú vas a ver cómo sigue la mujer que llevaste al hospital eso es todo.

Eduardo viene entrando a la oficina de Ignazio y los saluda.

Eduardo: Buenas ¿Cómo están?

Ignazio: ¿Eduardo que haces aquí?

Eduardo: Vine a trabajar.

Piero: ¿Y tu madre?

Eduardo: Se quedó con mi tía María ella me dijo que la iba a cuidar, y me mandaron a trabajar ¿Qué tal?

Ignazio: (Sonríe) ¿Seguro está bien?

Eduardo: Si, ella ya está bien, los exámenes le salieron bien. Por cierto mi madre te manda disculpas que no fue su intención hacerte pasar ese susto.

Ignazio: Tranquilo no hay nada que disculpar, eso su imprevisto.

Eduardo: Yo le dije lo mismo pero ella insistió tanto. Haber en donde nos quedamos.

Piero: Estaba comentándole a Ignazio que necesitamos una Jefa de Recursos Humanos y un Administrador que se haya especializado en Relaciones Internacionales.

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