Ayudarme a Vivir "Ignazio Boschetto"

Capitulo 193

Capítulo 193

Eduardo la ve y su llanto aun es más fuerte, María no puede más y llora desconsoladamente porque sabe que la verdad que su amiga ha ocultado por muchos años salió a la luz y desatara una tormenta.

Eduardo: No, eso es mentira Valentina, es otra de tus mentiras para tratar de alejarte de mí.

Valentina: No Eduardo, no es mentira.

Eduardo: No, no te volviste loca Valentina, si eso es lo que pasa te volviste loca. ¿Dónde está mi mama? Ella me va decir la verdad, ella nunca me ha mentido (Ve a María) ¿Dónde está mi mama?

María: No lo sé.

Eduardo: No esto es una pesadilla que pronto voy a despertar, si eso es lo que sucede es una pesadilla.

Piero: Por favor Eduardo cálmate.

Eduardo: Como quieres que me calme si Valentina está diciendo que es mi hermana, sabes lo que eso significa Piero (Llora desconsoladamente).

María: (Llorando) Hijo por favor.

Eduardo: Dime la verdad tu María por favor, dime que es una pesadilla y que es mentira lo que ella está diciendo.

María se queda callada y lo único que hace es llorar desconsoladamente viéndolo, él se arrodilla y nuevamente le vuelve a preguntar.

Eduardo: (Llorando) Por favor tía dime la verdad, no me mientas tú también.

María: Hijo yo no soy la indicada para decirte eso.

Eduardo: No, esto no es cierto (Ve a Valentina) Tu y yo no podemos hacer hermanos porque nos amamos con todo el alma y los hermanos no se enamoran.

Valentina: (Llorando) Perdóname Eduardo, perdóname por causarte este dolor.

Eduardo: No (Llorando) no somos hermano Valentina, no somos hermanos. Como mi mama me pudo hacer esto, como mi mama me oculto esto por tantos años, mi madre la mujer que yo creía perfecta le fue infiel a mi padre.

María: No Eduardo, ella nunca engaño a tu padre.

Eduardo: (Se levanta molesto) No, entonces como me explicas que yo haya pasado 27 años diciéndole papa a una hombre que no era verdaderamente mi padre.

María: Tu madre nunca le mintió a José, él siempre supo que ella estaba embarazada de otro hombre.

Eduardo: No María, mi madre se revolcó con Ignazio Boschetto y al mismo tiempo se acostó con José.

Piero: Eduardo por favor no pienses eso de tu madre porque tú mejor que nadie sabes que no es verdad, ella amo a tu padre.

Eduardo: No entonces como me explicas que se haya casado con José y que yo tenga su apellido, mi madre, mi madre es una.

Se calla y las lágrimas ruedan por sus mejillas, Valentina solo llora desconsoladamente porque sabe que su padre nunca se lo va perdonar, ellos hicieron un trato para que Eduardo nunca se enterara de la verdad, pero Valentina se dejó llevar por el odio y el rencor y dijo toda la verdad. Andrea y Gianluca están en la habitación, Gianluca camina de un lugar a otro y Andrea está sentada llorando escuchando el escándalo.

Andrea: (Llorando) Dios mío porque permites esto, porque permites que pase de nuevo en esta casa.

Gianluca: (Se acerca y se arrodilla y toma las manos de su esposa) Ya mi amor no te pongas así porque te puede hacer daño.

Andrea: Pobre Besabeth, ella no se merece esto.

Gianluca: Lo se mi amor pero sé que todo esto se va a resolver ya verás.

Ignazio y Besabeth están caminando por la orilla del mar agarrados de manos como dos adolescentes enamorados, platicando y sonriendo sin imaginarse lo que les espera cuando vuelvan a la realidad.

Ignazio: Sabes, cuando llegue la primera vez a este país me encanto, apenas era un niño tenía como la edad de Lucas y Luis, mis padres vino a pasar unas vacaciones en la casa de la playa, siempre me ponía a caminar por toda la orilla del mar y contemplaba su belleza, y decía que cuando me casara mi luna de miel iba hacer en el mar.

Besabeth: (Sonríe) Si es muy bonito para pasar unos días tan maravillosos.

Ignazio: Cuando me iba a casar la primera vez mi luna de miel iba hacer aquí, pero no se pudo, ella se enamoró del hermano de Piero y bueno fueron felices (La ve fijamente) Aunque tú y yo nunca nos casamos siempre fuimos felices aquí (Sus ojos se cristalizan) Pero siempre la felicidad se queda aquí.

Besabeth: (Con lágrimas en los ojos) Mi amor.

Ignazio: Lo único que nos queda es que el tiempo que estemos separados podamos vivir, que este amor que sentimos nos ayude a vivir.

Besabeth: No creo soportarlo mi amor, no esta vez.

Ignazio: Mi amor es la única manera de que nuestros hijos comentan un error, Valentina está dispuesta a sacrificarse para que Eduardo nunca sepa la verdad, y yo estoy dispuesto a pasar 27 años más separado de ti (Toca las mejillas de Besabeth) Mi amor prométeme algo.

Besabeth: (Llorando) Lo que quieras.

Ignazio: Prométeme que si existe una reencarnación ahí si vamos a dejar el orgullo y vamos hacer felices toda esa vida.

Besabeth: Te lo prometo mi amor.

Ignazio: Porque siempre nos tenemos que decir adiós cuando justamente nos adorábamos más.

Besabeth: Mi vida no va ser la misma, voy a estar sola toda la vida esperando que el destino quiera dejarnos ser feliz.

Ignazio: Esta va ser la última vez que estemos así cerca, que va ser de nuestras vidas. La historia de nuestro amor Besabeth, está escrita por la eternidad.

Ambos se ven y lloran, se acercan a sus labios y se dan un último beso, el último que se darán en su vida. Eduardo esta aun en la casa de María llorando por la noticia que le acaban de dar, aun no puede creer que Valentina, la mujer que ama es su hermana.

Eduardo: Mama porque me haces esto, claro por esa razón ella no quería que fuéramos novio.

Manuel: (Le trae un vaso con agua) Toma Eduardo tomate este vaso de agua para que te tranquilices por favor.

Eduardo: No, yo lo único que quiero es a mí, no ella no se merece que le diga así, una madre no le hace esto a un hijo.

María: Hijo por favor estás perdiendo la cabeza.

Eduardo: Si eso es lo que quiero, perder la cabeza y olvidarme de quien soy, así no tendría que sufrir esto. Tu María, tu siempre supiste la verdad y fuiste su cómplice en todo esto (Llorando) María porque permitiste que esto pasara si tú eres como una madre para mí.

María: (Llorando) Hijo por favor, cálmate sí.

Eduardo: ¿Carlos?

Carlos: Tranquilo hermano.

Eduardo: Sácame de aquí hermano, sácame de aquí.

Carlos: Tranquilo (Eduardo se va).

María: ¿Carlos? (El voltea) No lo dejes solo por favor.

Carlos sienta con la cabeza y se va detrás de Eduardo para acompañarlo, Manuel se sienta y pone sus manos en la nuca desesperado, ve a Valentina que sigue llorando.

Manuel: ¿Cómo te sientes ahora? Cómo te sientes al saber que le acabas de arruinar la vida al hombre que amas.

María: Papa por favor.

Manuel: Mira todo lo que has causado por culpa de tu egoísmos Valentina, por no madurar y solo pensar en ti, le arruinaste la vida a Eduardo y no solo eso, sino que acabas de matar a tu propio padre.

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