Capitulo 102

91 13 4
                                    

Capítulo 102

Abren la puerta, Ignazio y Besabeth ponen los ojos como plato y se asustan.

Gianluca: (Abre la puerta) Ignazio Buenos días. (Lo ve) Perdón ¿Interrumpo algo verdad?.

Besabeth se asusta y se aleja de Ignazio muy apenada por la condición en la que Gianluca los encontró.

Besabeth: Permiso (Se va)

Gianluca: Perdón hermano no fue mi intención.

Ignazio: (Se sienta) Tranquilo no te preocupes. ¿Qué sucede?

Gianluca: Quería decirte que Andrea y María no va venir al trabajo porque su madre falleció.

Ignazio: (Sorprendido) ¿Cómo?

Gianluca: Si esta mañana la llamaron y le avisaron.

Ignazio: Dios mío ¿Cómo esta ella?

Gianluca: Se fueron arreglar al hospital.

Ignazio: Lo siento mucho de verdad.

Gianluca: Lo que más me preocupa es Lucas, ni siquiera fue al colegio. Estaba tan emocionado en el primer día de clase y de repente su sonrisa se desvaneció

Ignazio: Me lo imagino.

Gianluca: Si, lo deje muy mal me preocupa muchísimo.

Ignazio: Lo siento de verdad, si quieres te vas acompañar a tu hijo y a tu esposa en este momento tan importante.

Gianluca: Gracias de verdad te lo agradezco mucho.

Ignazio: No tranquilo, apenas yo pueda salir voy a tu casa para acompañarlos.

Se dan un abrazo y Gianluca se va de la oficina, Ignazio se sienta y ve las carpetas de Besabeth que la dejo y recuerda el beso que se iban a dar y sonríe, y se levanta y se las lleva hasta la oficina, ella está sentada buscando las misma carpetas de repente se acuerda que las dejo en la oficina de Ignazio y recuerda ese momento y sonríe, Ignazio toca la puerta y ella lo hace pasar.

Besabeth: Adelante.

Ignazio: (Abre la puerta) Buenos días.

Besabeth: (Lo ve y se pone nerviosa) Buenos días.

Ignazio: (Le muestras las carpetas) Las dejaste en mi oficina.

Besabeth: (Se levanta) Si es cierto (Lo ve) gracias.

Ignazio: De nada.

Ella se acerca y toma las carpetas en sus manos, Ignazio la ve fijamente y ella se pone muy nerviosa, decide darse la vuelta y el la detiene tomándola de los brazos, ella se siente más nerviosa y se voltea y lo ve.

Ignazio: Gracias.

Besabeth: ¿Y porque?

Ignazio: Por el nudo en la corbata.

Besabeth: Ah de nada.

Ignazio no tiene más escusas así que la suelta y se retira, ella se apoya de la silla que tiene cerca y cierra los ojos llorando.

Besabeth: No no no no no, no puedo ponerme nerviosa delante de él, que me está pasando dios mío parezco una niña, salte de una vez de mi corazón.

Eduardo esta acercándose a la oficina de Valentina, se acerca a una de las asistente y le pregunta como se ve.

Eduardo: Respóndeme algo.

Asistente: Dígame Señor Eduardo.

Eduardo: ¿Cómo me veo?

Asistente: (Muy nerviosa baja la mirada muy apenada) Señor Eduardo que preguntas son esas.

Eduardo: Si sé que esta fuera de lugar pero, la mujer que está en esa oficina me está empezando a gustar y quiero que me vea bien me entiendes.

Asistente: (Se pone un poco seria) Está bien Señor Eduardo, está muy guapo. Permiso.

Eduardo: Gracias.

Eduardo muy nervioso y decide tocar la puerta muy delicadamente para que ella no se asuste, ella lo escucha y lo hace pasar.

Valentina: Adelante.

Eduardo: Bueno días Valentina ¿Cómo amanece?

Valentina: (Muy sonriente) ¿Bien y tú?

Eduardo: Digamos que se me mejoro la mañana.

Valentina: Enserio ¿Y eso?

Eduardo: No sé, siento que soy feliz.

Valentina: Muy importante.

Eduardo: Aquí te tengo lo que me pediste ayer, ordenada por fechas para que no te pierdas.

Valentina: Claro gracias de verdad.

Eduardo: De nada, lo que necesites no dudes en pedírmelo. Hasta matrimonio si tú quieres.

Valentina: (Sonríe) ¿Cómo?

Eduardo: (Asustado) No que lo que necesites estoy a la orden no tengo problema estoy a la ordenes tuya.

Valentina: (Sonríe) Gracias

Eduardo: Bueno me voy tenemos mucho trabajo.

Valentina: Claro entiendo.

Eduardo: Chao.

Valentina: Chao.

Eduardo: (Abriendo la puerta) Chao.

Valentina: (Sonríe) Chao.

Eduardo al fin se va de la oficina de Valentina, ella que sonriendo y revisando los papeles que él le facilito. El día sigue pasando rápidamente, Andrea decidió cremar a su madre para siempre tener el recuerdo, todo fue muy rapido y muy sencillo, todos están en la casa esperando respuesta y se hace de noche.

Andrea y María ya van de regreso a casa con la caja de su madre, Andrea está muy destrozada a pesar de todo el daño que su padre le causo ella la amaba profundamente.

María: (La ve) Hermana sé que es difícil pero tenemos que aceptarlo.

Andrea: Lo se hermana, antes de morir yo la fui a ver al hospital donde estaba internada.

María: Ay hermana, por lo menos la viste viva, recuérdala así.

Andrea: Me pidió perdón por todo lo que nos hizo, incluyéndote hermana (La ve llorando).

María: Yo la perdone hermana.

Andrea: Lo sé, sé que tú eres de buen corazón. Pero hay algo más que sé que te dolerá.

María: ¿Qué pasa?

Andrea: Cuando la fui a ver al hospital ella estaba muy arrepentida de todo el daño que nos causó ella me confeso algo.

María: ¿Que te dijo?

Andrea: Me dijo que, Gabriel y tú no era hermanos.

María: (Sorprendida) ¿Cómo?

Andrea: Gabriel y yo no somos hijo de Manuel, Gabriel y tú no eran hermanos.

María muy sorprendida para el auto en medio de la carretera y se pone a llorar desconsoladamente.

Andrea: Perdóname hermana, perdónala por el dolor que te causo durante todo estos años.

María: Como fue capaz de ocultar esto durante tantos años.

Andrea: No lo sé hermana, me lo confeso el día que la fue a ver al hospital, ella me dijo que sabía que tú lo amabas de verdad pero su orgullo y su avaricia no la dejaron decir la verdad.

María: Su mentira me arrebato la vida de mi madre y de Gabriel.

Andrea: Lo se hermana, pero por favor no la odies, en donde quiera que esté en estos momentos seguro debe estar rindiendo cuentas de sus actos.


Ayudarme a Vivir "Ignazio Boschetto"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora