Capitulo 195

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Capítulo 195

Marilyn lo ve y toca el baso de ella con el de Eduardo muy extrañada porque no entiende de nada de lo que él está diciendo. Besabeth está un poco más tranquila tomándose él té que le prepararon las muchachas, Ramona camina de un lugar a otro desesperada porque no sabe a dónde fue Eduardo a esa hora de la noche, de repente suena el timbre de la casa y Besabeth deja la taza en la mesita y sale corriendo abrir la puerta, con la esperanza de que sea su hijo quien este del otro lado de la puerta.

Besabeth: (Abre la puerta) Hijo (Sorprendida y con lágrimas en los ojos abraza a Ignazio) Mi amor, ya lo sabe todo.

Ignazio: (Abrazándola y llorando) Si mi amor, ya lo sé.

Besabeth: (Lo ve llorando) Me odia Ignazio, me odia con todas sus fuerzas.

Ignazio: (Pone sus manos en las mejillas de Besabeth) No mi amor él no te odia, solo está dolido y ya verás que te va perdonar ¿En dónde está?

Besabeth: No lo sé, salió muy molesto (Lo abraza y llora en el pecho de Ignazio)

Ignazio: Tranquila mi amor todo va estar bien.

En la cocina esta Paula y Julia que están terminando de recoger la cocina y al mismo tiempo platicando sobre el escándalo de Eduardo y su madre.

Paula: Pobrecita la Señora está muy preocupada.

Julia: Si, el niño Eduardo es muy mal agradecido, como se le ocurre hablarle de esa manera a su madre.

Paula: Si es verdad, pero es por la rabia y estoy segura que él va entrar en razón y le pedirá perdón a la Señora.

Julia: ¿Tú crees que la Señora le haya sido infiel al Señor José?

Paula: No lo sé, que yo sepa y desde que yo estoy trabajando aquí la Señora se ha dedicado a su familia, incluso tengo entendido que ella ni salía en los eventos sociales con el Señor, no le gustaba salir para ningún lado, se dedicó a su hijo y a su casa al cien por ciento.

Julia: Si, bueno cuando yo entre aquí ya el Señor estaba enfermo y es cierto ella siempre estuvo al lado del Señor, nunca lo dejo solo.

Ramona: (Las sorprende) No sean chismosas toditas dos.

Paula: (Sorprendida y asustada) Ay Ramona pareces un fantasma, me asustaste.

Ramona: Si ya terminaron váyanse a dormir que mañana será un día muy largo.

Las muchachas se van y dejan sola a Ramona, ella se sienta y se queda pensativa por varios minutos, está pensando sobre Eduardo y José, y comienza a recordar una plática que tuvo con José antes que se muriera.

(Recordar)

José: (Acomodando unos libros) Nana, mi hijo no puede saber la verdad, no quiero perder su cariño y menos su amor.

Ramona: Lo sé pero él tiene todo el derecho de saber quién es su verdadero padre, la niña Besabeth tiene derecho de ser feliz con el hombre que ella ama.

José: (Se sienta en una silla) Besabeth, ella no se merece estar casada conmigo, he sido un egoísta ocultándole la verdad.

Ramona: (Se acerca y toma su mano) Hijo estas a tiempo de evitar una desgracia, tú mismo me dijiste que ese muchacho ha venido a buscar varias veces a Besabeth incluso que te encargo en la búsqueda de ella.

José: (Se levanta y se pone de espalda) No puedo nana, si le digo la verdad a Besabeth perdería su compañía y lo peor que perdería a mi hijo.

Ramona: Hijo por favor si dices amar a Besabeth déjala que sea feliz con el padre de su hijo.

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