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POV ‘ Jungkook

Al termino de acomodar la cocina volvimos al comedor donde mi tío nos esperaba sentado, platicamos un poco más para después despedir a Sang Min y a su padre, ellos irían a comprar unas cosas para el primer nombrado. 

— Y ¿qué van a comprar? 

— Los útiles escolares y el uniforme de Sang para la nueva escuela.

— ¿Se quedarán en Seúl?

— Algo así — sonrió —. Je Hoon volverá a Japón dentro de unos días para atender la empresa junto a mi hermana mientras que yo pretendo quedarme por un tiempo más para ayudarte en lo que más pueda, espero que no te moleste tenerme aquí. 

— Para nada, es lindo saber que tendré a alguien más con quien platicar y lo mejor es que me entenderá cuando le cuente mis cosas. 

— Créeme que haré de todo para ayudarte y aconsejarte lo más que pueda. 

— Regresando a lo de la estadía en Seúl, ¿Sang Min cursara aquí su secundaria?

— Sí. Yo le dije que tenía que volver cuanto antes a Japón porque el curso escolar inicia en pocos días pero es un poco testarudo y rogó quedarse para hacerme compañía. 

— ¿Jamás se separan?

— Así es. Sang Min se acostumbró mucho a mi presencia así que cuando estamos lejos se pone un poco triste y como no suelo salir de viaje nos la pasamos solos por un largo rato. 

— Entiendo, me alegra que se lleven de maravilla, a veces uno como hijo no acepta a las nuevas parejas de sus padres, somos un tanto egoístas, como yo por ejemplo. 

— ¿No aceptas al novio de tu madre?

— Algo así. No me agradaba la idea de que quisiera que le llamase padre porque yo tuve un solo padre y por desgracia murió así que no podía aceptar que él entrara sin más a nuestra vida para ocupar su lugar. 

— ¿Tu madre que decía al respecto?

— Que tenía que aceptarlo si o si. Ese era un tema que nos hacía pelear, bueno, uno de tantos. 

— ¿Qué otras cosas hacen que se molesten el uno con el otro?

— Mi carácter, mis gustos, lo que hago y dejo de hacer, mi forma de ver las cosas — sonreí — son muchas cosas que nos hacen estar encontrar del otro… pero a pesar de ello la quiero… es mi madre y me gustaría que fuese distinta nuestra relación — mi tío sonrió un poco cabizbajo al oír aquello. 

— Entiendo. ¿Quieres que te enseñe tu habitación?

— Esta bien — acepte gustoso.

Ambos nos levantamos y empezamos a caminar por un pasillo el cual nos condujo hasta una puerta blanca sencilla, mi tío pidió que abriera para que viese una pequeña sorpresa, sonreí mientras agradecía e hice lo que me pidió. Dentro mis ojos se llenaron de lágrimas, todo estaba ordenado y decorado a mis gustos, había unas pequeñas lámparas en forma de luna adornando las mesitas de noche, un bote enorme de caramelos, la cama con lindas fundas en color rojo y en medio, sentado, un pingüino. 

Era tan bonito que no pude evitar echarme en los brazos de mi tío en muestra de agradecimiento. No esperaba que me recibieran de esa forma siendo sincero. Me separe de él quien también lloraba de tal vez la emoción y eso me pareció tan tierno, me acarició la cabeza y me limpio las lagrimas. Mi tío en definitiva hubiese sido un gran padre y por ello me sentía mal por saber que le negaron esa oportunidad, que le arrebataron a un chico de dieciséis casi diecisiete la ilusión de criar y de amar a ese pequeño ser que esperaba con mucho amor. 

El Chico De Los Converse Rosas ✿*:・[Primera Parte] : [TK]・:*✿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora