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-Agh, Denki... No me apretes tanto que no puedo entrar bien -se quejó un caliente pelirrojo a su pareja.

Estaba empezando a introducirse en la entrada previamente preparada de su pareja, estaban en el camarín del gimnasio en la hora del almuerzo que eran cuarenta y cinco minutos, tiempo suficiente para hacer lo que sea, pero en el momento en que alguien entraba ahí estaban muertos, no había seguridad en que alguien podría llegar y verlos y que es peor, que sea algún profesor.

-Kiri... -nombró entre un gemido ahogado para detenerlo-. ¿Qué era lo que... ¡Ahm! Lo que querías p-preguntarme antes? -preguntó desviando su mirada hacia un lugar en el techo.

Alzó el entrecejo mientras estaba recostado en una larga banca sintiendo tan solo la punta el pene ajeno en su ano.

-Denki, estamos a punto de tener sexo, pregúntame eso después -respondió medio demandante mientras seguía trataba de embestirlo en un lento vaivén, pero es que era imposible con el menor tan tenso.

-Después se me va a olvi... ¡Kiri, a-ah!

Kaminari en serio quería saber lo que su pareja iba a preguntarle pero aquello estaba molestando un poco al pelirrojo provocando que le aprete no muy despacio el pene con una de sus manos.

-Es que estoy m-muy nervioso, Kiri, ¿y si viene alguien?

-¿Nervioso? -preguntó con un tono algo crédulo-. Claramente puedes coger con tu mamá a menos de dos metros de ti.

-A-ahh, mhh...

-Y este chico de aquí claramente me dice que está súper excitado -dijo de forma sucia haciendo círculos sobre el presemen de Kaminari provocándole unos espasmos-. Ahora relájate o sufrirás consecuencias.

-¿Qué tipo de consecuencias? -preguntó fingiendo inocencia.

Y cerró sus piernas para evitar que Eijiro haga algún movimiento, quizás desobedecerle ahora podría ser mucho más benefactor para él... O quizás no, pero nunca lo sabrá si no se atreve.

El mayor con la nada de paciencia que tenía salió del lo poco que estaba adentro del menor y con la gran fuerza que tenía le abrió las piernas nuevamente y sin siquiera humedecer sus dedos los introdujo hasta el fondo del chico y los presionó hacia arriba sacándole un pequeño jadeo, este lo único que reaccionó a hacer fue cubrir su boca, no quería llamar la atención de nadie.

-¿Vas a seguir desobedeciéndome? -preguntó estimulando muy rápidamente la próstata del chico mientras lo veía tener innumerables espasmos por su causa, Denki quería gritar de placer pero no podía.

-N-no, perdóname, Kiri -pidió mientras con una mano seguía cubriendo su boca y con la otra trataba de alcanzar el brazo del nombrado para intentar detenerlo.

Si seguía marturbándolo de esa forma iba a venirse muy pronto y no quería, aparte que había dolido bastante por no tener una correcta lubricación y pequeñas lágrimas empezaban a asomarse en sus ojos.

-¡Ah! -gritó algo agudo al sentir que ya pronto empezaba a sentir como su estómago bajo se contraía.

-Si te gusta joder a la gente aguanta las consecuencias.

Su voz, su maldita voz tan ronca y sumida por la lujuria estaba matando lentamente a Kaminari, estaba a nada de venirse.

-Kiri... -jadeó mirándolo con una dolorosa expresión de placer, estaba tan lascivo-. Por favor, Kiri -pidió en unos agudos susurros, ya no podía aguantarse-. Quiero v-venirme mientras me follas.

Kirishima por un momento se detuvo y abrió sus ojos de par en par, tenía al chico abajo suyo completamente a sus pies y no pudo evitar avergonzarse un poco por eso, después de todo era su pareja y le quería muchísimo. Esas palabras en serio lo hicieron reaccionar y de buena forma, así que tranquilizándose un poco sacó sus dedos del interior de Kaminari y este se relajó al fin quedando desparramado en la banca mientras trataba de regular su respiración.

fuck me, daddy [katsudeku] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora