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Ambos estaban en una peligrosa situación, tenían tanto sueño y cansancio que a la mitad del asunto podrían colapsar y quedarse dormidos, aparte que Katsuki seguía más o menos borracho, tan solo que ahora podía hablar mejor, pero sus movimientos eran torpes y secos al no poder controlar su cuerpo al 100%.

Habiendo pensado aquello el rubio se separó del beso, dejando un hilo de saliva entre ambos, la lengua de Izuku escurría un poco así que la guardó a penas pudo volver a pensar con el cerebro y miró a su chico a los ojos mientras se limpiaba la boca y aprovechaba de limpiar la ajena con el antebrazo.

Lo único que Katsuki atinó a hacer fue abrazar a su pecoso por el torso y apoyó su mejilla en él mientras cerraba sus ojos con fuerza, tenía apretada esa polera con los puños tratando de buscar estar cada vez más cerca, no quería ni soltarlo por ningún segundo.

-Nunca me había gustado tanto alguien como tú lo haces, Deku -confesó respirando con dificultades.

El mayor sentía que en cualquier momento podía descontrolarse y llorar, estaba tan sentimental que se odiaba un poco por eso, siempre pensó que la gente así era tan patética y ahí estaba llorándole a un pecoso menor que él en todo sentido y que a penas sabía cocinar un huevo.

-¡O-oh! -exclamó el menlr mirando hacia abajo e hizo una mueca avergonzada, de la emoción por oír eso al menos evitó gritar, pero de todos modos soltó un jadeo algo extraño que hizo tensar al rubio un poco-. B-bueno... -siguió hablando para dejar en el pasado aquella estupidez que hizo, quería tener una conversación normal-. Eres la única p-persona que me ha gustado.

-¿Tienes ganas de follar? -preguntó levantando una ceja al terminar de oír a su pareja y relajó un poco el cuerpo para abrazarlo con más suavidad-. Porque si te soy sincero no tengo fuerza ni para moverme un poco.

Se acomodó el mayor en su mejilla e inhaló un poco del olor del menor, estaba seguro de que ahora su ropa estaba mezclada con su aroma y aquello le encantaba.

-No he dormido casi nada estos días, así que ahora q-que estoy relajado tengo sueño -respondió sin estar orgulloso de ello realmente algo nervioso por esa pregunta.

-Estamos igual -Bakugou soltó aire por su nariz en forma de risa, le había hecho algo de gracia oír eso-. Sigo borracho y siento como la cabeza me bombea.

-¿Te traigo paracetamol? -preguntó el pecoso preocupado tensando su cuerpo, estaba dispuesto a hacer lo que sea ahora mismo por él-. Tú dime donde está.

-Si te levantas se te va a ir el sueño, esperemos que se me pase durmiendo nomás -respondió haciendo una mueca.

Y en realidad ese no era el motivo, quería quedarse más tiempo así con el menor, pero conociendo a ese testarudo iba a ser imposible.

-No importa, sino no vas a estar bien para ir a clases.

Finalizó Izuku separándose para mirarlo por unos segundos y luego desvió su mirada al ver como Bakugou no contestaba nada, solo se quedó viéndolo de vuelta. Que la gente te mire mucho es incómodo, pero que lo haga la persona con la que sales te hace sentir tímido.

-Hay un botiquín en uno de los cajones superiores de la cocina, creo que en el de la esquina del fondo -explicó el mayor.

Luego de un rato viendo como el pecoso evitaba su mirada quiso molestarlo, así que le dejó un fugaz beso en el cuello, provocando que se sorprenda.

-Iré a b-buscarlo, entonces... -respondió el menor nervioso.

Se separo del mayor rápido, se bajó de él y de la cama para irse por la puerta. Katsuki, quien encendió la luz para que su pareja no vaya a tropezar con algo, estaba más que orgulloso de ver como todo lo que hacía provocaba algo en su pecoso, le gustaba verlo reaccionar así por él.

fuck me, daddy [katsudeku] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora